_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La filosofía de la diferencia sexual femenina

'El hecho es que los valores propios de la femineidad que podrían enriquecer un mundo excesivamente masculinizado brillan por su ausencia, y sólo los planteamientos de una filosofía de la diferencia podrían paliar algo la situación, aunque la verdad es que poco se ha avanzado en este aspecto', escribe José Luis Abellán en El donjuanismo femenino (EL PAÍS, 20 febrero de 2001). Efectivamente, se nota en nuestro mundo el deseo de oír hablar de la diferencia sexual. Pero poco han avanzado muchos filósofos en la lectura de una filosofía de la diferencia de ser mujer que existe y que ha transformado la vida y la práctica política de muchas mujeres desde principios de los años setenta del siglo XX.

Un pailebote en el Moll de la Fusta acogía hace poco un recital de poesía. Pero como embajador de 2004 volverá a hacerse a la mar

En 1974, la filósofa Luce Irigaray defendió en París su tesis doctoral, titulada Speculum. De l'autre femme. Esta tesis, que ha sido traducida a muchas lenguas, incluida la castellana (Speculum. Espéculo de la otra mujer, 1978), es, desde entonces, una obra clásica de la filosofía de la diferencia, una obra que revolucionó el movimiento de mujeres: una obra citada y leída en varios continentes.

En 1975, se fundó la Librería de mujeres de Milán. Este colectivo practica y teoriza la diferencia de ser mujer. Ha intervenido en los debates político, sindical e intelectual, enriqueciéndolos con figuras como la genealogía femenina, el affidamento, la libertad femenina (que es libertad relacional, no individualista), la autoridad (que es distinta del poder), la política de lo simbólico, y el final del patriarcado (El final del patriarcado, 1996; Lia Cigarini, La política del deseo: la diferencia femenina se hace historia, 1995).

En 1984 fue fundada en la Universidad de Verona la comunidad filosófica femenina Diótima. Ha publicado desde entonces los libros: Il pensiero della differenza sessuale (1987), Traer al mundo el mundo: objeto y objetividad a la luz de la diferencia sexual (1990), Il cielo stellato dentro di noi: l'ordine simbolico della madre (1992), Oltre l'uguaglianza: le radici femminili dell'autorità (1995), La sapienza di partire da sé (1996) e Il profumo della maestra: nei laboratori della vita quotidiana (1999). Sus aportaciones a la filosofía de la diferencia han sido recogidas en algunos manuales de filosofía.

En 1991, Luisa Muraro fundó en Roma la colección Il pensiero della differenza: 'una casi-colección de los Editori Riuniti que presenta escritos de hombres y de mujeres que traducen en saber de sí y del mundo el hecho de haber nacido hombres o mujeres'. En esta colección fue publicado otro libro clásico de la filosofía de la diferencia: El orden simbólico de la madre, de Luisa Muraro (1991), traducido también éste a la lengua castellana (1994). En el mismo año fue fundada en el Centro de Investigación Duoda, de la Universidad de Barcelona, la revista Duoda; en ella se vienen publicando desde entonces textos de la diferencia de ser mujer.

En 1992 nació en Turín la colección La prima ghinea (Rosenberg & Sellier), coordinada por Anna Maria Piussi. Esta colección publica textos que ponen en juego la práctica de la diferencia sexual en la educación; algunos de sus títulos han sido traducidos al castellano (Enseñar ciencia: autoridad y relaciones, 1992; La educación lingüística, 1992; Saber que se sabe, 1995).

Este curso universitario ha empezado en el Centro de Investigación Duoda un programa por Internet de master en Estudios de la diferencia sexual. Yo misma he ofrecido en mi facultad una asignatura titulada La diferencia sexual en la historia, que se ha nutrido en parte del libro colectivo De dos en dos. Las prácticas de creación y recreación de la vida y la convivencia humana (2000). El pasado 28 de febrero, Remei Arnaus, de la Universidad de Barcelona, y Clara Jourdan, de la Librería de mujeres de Milán, presentaron un pequeño libro (Mujeres en relación. Feminismo, 1970-2000) en el que intento relatar la historia reciente del feminismo de la diferencia.

¿Qué ocurre en nuestro mundo cuando un filósofo importante (sigo admirando Filosofía española en América, de Abellán) reclama en los periódicos que se escriba una filosofía que lleva tres décadas siendo publicada y leída?

Ocurre que el filósofo reclama algo que no acierta ni a practicar ni a nombrar: reclama reconocimiento de autoridad femenina en el Occidente de hoy. La autoridad fue descubierta para el pensamiento universitario y para la política por la Librería de mujeres de Milán hace años (No creas tener derechos, 1987). La autoridad femenina es el más de la materia viva, es la cualidad de sentido libre que nace y circula en las relaciones no instrumentales, o sea, en las relaciones propiamente humanas, indiferentes al ejercicio de poder. Es el más que le enseña a cada niña y a cada niño su madre en la primera infancia, cuando le enseña a hablar; es decir, cuando la madre propicia y hace posible que ella o él aprenda el orden simbólico, llegando así a ser una criatura humana, una criatura que habla, que ha recibido el don divino de la palabra. Si el niño o la niña no olvida el más que es la autoridad, si no deja que se le muera o que lo mate el ansia de poder, entonces él o ella podrá ver y acoger los libros de filosofía escritos por pensadoras de la diferencia, libros leídos por mucha gente que conserva vivo el anhelo de relación en libertad, el anhelo de relación sin fin.

María-Milagros Rivera Garretas es cofundadora de Duoda y profesora titular de la Universidad de Barcelona.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_