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La Generalitat avala que autobuses privados sin licencia recorran Barcelona

La empresa Julià Tours utiliza las paradas de TMB

El Departamento de Política Territorial cree positivo el establecimiento de líneas de autobús turístico que compitan con las de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). La Entidad Metropolitana del Transporte (EMT) ya ha comunicado a las empresas Julià Tours y Pullmantur que no pueden realizar el servicio y que cesen inmediatamente en sus actividades. Éstas afirman que han notificado el hecho a la Generalitat y que no necesitan permiso.

Julià Tours y Pullmantur aseguraron ayer que la ley les ampara y que para realizar su actividad, que consiste en transportar personas por los lugares turísticos de Barcelona, no necesitan permiso de ningún tipo. Sólo tienen que comunicarlo, como así hicieron, a la Dirección General de Turismo del Gobierno catalán. Esta dirección general, a su vez, lo comunicó a la de Transportes, cuyo director, Enric Ticó, respondió con una carta que no es sólo un 'enterado'. Ticó, en una carta en catalán con faltas de ortografía, 'valora positivamente' la iniciativa y afirma que el servicio contribuirá a 'romper el monopolio' que tenía 'un operador público' (TMB) sin que haya 'justificación jurídica ni económica' para ello.

Turismo, a su vez, remitió esta carta a las empresas, aunque sin entrar en consideraciones sobre su actividad, según un portavoz del Departamento de Industria y Turismo.

'Líneas regulares'

El conflicto se inició cuando TMB comprobó que Julià Tours y Pullmantur no realizaban servicios discrecionales, sino que habían establecido líneas regulares con paradas que coincidían con las del Bus Turístic de TMB. Esta empresa puso el hecho en conocimiento de la Entidad del Transporte Metropolitano, que tras consultar a las partes resolvió que la nueva línea era irregular y no podía seguir funcionando. Las empresas han recurrido contra esta resolución, según su portavoz, y de momento siguen operando.

El Bus Turístic tiene una ruta regular y unas paradas preestablecidas en las que cualquier usuario puede subir o bajar. Lleva una azafata que informa sobre los monumentos que encontrará el viajero, pero no explica sus características. La línea privada también permite subir y bajar, utiliza las paradas de la línea pública y además lleva guías turísticos que dan amplias explicaciones. 'Nosotros no podemos llevar guías y ellos no pueden tener una ruta regular', afirma un portavoz de TMB, que asegura que sus autobuses se encuentran frecuentemente con que los de la competencia ocupan sus paradas, para las que tienen licencia municipal.

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El portavoz de Julià Tours aseguró ayer que no recordaba si su empresa había pedido permiso al municipio para disponer de postes indicadores de paradas, aunque recalcó que su actividad no es de línea regular, sino de transporte turístico, equivalente al que pueda realizar cualquier empresa del sector, nacional o extranjera, y por tanto no necesita ningún tipo de permiso para realizar la actividad. 'Nos basta con comunicarlo al Gobierno catalán y eso ya lo hemos hecho'.

El autobús turístico de TMB empezó a funcionar en 1987. En aquel momento era un servicio deficitario. Pero hace un par de años que empezó a tener superávit. Y ahí llegó la competencia. TMB entiende que ésta puede existir y lo único que reclama es que se cumplan las normas correspondientes. 'Una línea regular es una cosa, porque para en sitios exactos, de los que el usuario tiene noticia para poder subir o bajar. Los servicios turísticos convencionales no tienen ese tipo de paradas. El usuario hace un circuito global y guiado. Son cosas muy diferentes. Lo que no se puede hacer es disfrazar las actividades'.

El conflicto ha terminado en el Parlament, donde los socialistas han presentado varias preguntas. El diputado Joan Ferran entiende que el problema no es la existencia de una línea privada en competencia con un operador público, sino el aliento que le da el Gobierno de la Generalitat, sin entrar en las decisiones de los organismos pertinentes.

Ferran ha preguntado al consejero de Política Territorial, Pere Macias, si comparte los criterios de su director general en esta materia. Fuentes municipales sugirieron que ésta es 'una más' de las injerencias de Ticó en los transportes municipales y comentaron que hay un sector de CiU que no ha digerido que Barcelona vote por otras opciones y se empeña en gobernar la ciudad desde la Generalitat.

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