La mitad de las 1.500 chabolas de la región están en dos distritos de la capital

El cuarto mundo está muy cerca. Ni siquiera hay que salir de la ciudad para toparse con las mayores concentraciones de infraviviendas de la región. De hecho, dos distritos de la capital, Villa de Vallecas y Villaverde, agrupan la mitad de las 1.537 chabolas que aún quedan en la Comunidad de Madrid, según la memoria elaborada por el Instituto de Realojamiento e Integración Social (IRIS) con datos del año pasado. El tercer lugar también lo ocupa un distrito de la capital: Fuencarral, con un total de 177 chamizos.

Los índices de chabolismo descienden paulatinamente. El IRIS censaba un total de 1.845 infraviviendas en Madrid en 1998, frente a las 1.537 actuales, y los programas de realojo de los últimos años han logrado desmantelar 3.000 infraviviendas. Pero a cada derribo le siguen nuevos asentamientos chabolistas. Además, algunas de las infraviviendas, como muchas de las que se levantan en el poblado de Las Barranquillas, no están habitadas. Son sólo puntos de venta de droga cuyo propietario vuelve a levantar cada vez que son desmanteladas en una redada.

En la Comunidad de Madrid quedan alrededor de 3.000 personas que viven en poblados en los que los servicios básicos (luz eléctrica, agua corriente, alcantarillado...) son inexistentes. De ellos, un tercio son niños menores de 10 años, según ha confirmado la memoria del IRIS ratificando datos ya expuestos en un reciente informe elaborado por un equipo de sociólogos para el Defensor del Menor.

El Gobierno regional tiene previsto desmantelar en esta legislatura dos de los núcleos de chabolas más importantes: El Salobral (Villaverde), con 254 casetas; y el Pozo del Huevo (Villa de Vallecas), con un total de 140 chamizos. El desmantelamiento y realojo del poblado chabolista de Pitis, en el distrito de Fuencarral, previsto para enero pasado, se ha demorado.