1.000 millones, en dinero o en especies

1.000 millones de pesetas. Ésa es la cantidad que el Real Jaén necesita cubrir urgentemente (antes del 29 de julio) si quiere culminar con éxito el proceso de conversión en Sociedad Anónima Deportiva (SAD). En caso contrario, el fútbol de élite se habrá esfumado de Jaén, una ciudad que asiste estos días a un movimiento social, más ruidoso que pragmático, para intentar que el club siga siendo patrimonio de los jiennenses. El escaso apoyo demostrado hasta ahora por sus socios ha llevado a la cúpula empresarial a liderar una campaña donde no faltan las iniciativas controvertidas, sobre todo en el plano urbanístico.

'Al Real Jaén no lo quiere la gente de Jaén y puede desaparecer'. La sentencia proviene del publicista Manuel Calero, portavoz de una comisión de empresarios y conocidos profesionales de distintos ámbitos de la ciudad que se han agrupado para evitar que el club pierda lo que con tanto ardor ha defendido esta temporada en Segunda División.

El panorama invita al pesimismo. Hasta el 30 de mayo, el Real Jaén sólo había reunido 30 millones de pesetas (de los 1.058 necesarios) a través de pequeñas aportaciones de 1.200 pequeños accionistas (cada título cuesta 9.860 pesetas). La escasa implicación de la masa social ha sido la primera decepción para el club, pues sólo han respondido 240 de los 4.500 socios. 'Los que quieren fútbol son los que tienen que responder, y hasta ahora no lo han hecho', afirma el presidente del Real Jaén, Juan Carlos Hidalgo.

La Confederación de Empresarios de Jaén (CEJ) va a emprender este lunes una desesperada campaña para captar apoyos entre las 20.000 empresas de la provincia. El llamamiento es claro: si todas colaborasen sólo tendrían que poner 50.000 pesetas. 'Debemos hacer un esfuerzo muy fuerte e ir todos en la misma dirección', asegura el presidente de la CEJ, Diego Torres. Otros empresarios quieren implicar a sus empleados en este reto, e incluso llegan a plantear abonar la paga extra de verano en acciones del Jaén.

Pero de todas las propuestas, sin duda la más polémica ha sido la que algunos empresarios plantearon al Ayuntamiento para que éste recalifique los terrenos anexos al nuevo estadio que se construye en la carretera de Granada y, a cambio, parte del beneficio obtenido por el consistorio vayan a parar a la compra de acciones del Real Jaén. En concreto, serían cuatro las operaciones urbanísticas que dejarían en las arcas municipales una plusvalía de 2.500 millones. Uno de los empresarios más influyentes en Jaén, Ildefonso Serrano Gámez, ha llegado incluso a supeditar una aportación de 100 millones de pesetas en acciones si el Ayuntamiento y la Junta desbloquean sus proyectos inmobiliarios.

Desde el PSOE, en la oposición municipal, se ha puesto el grito en el cielo ante tal iniciativa. 'Espero que nadie vincule los sentimientos del Real Jaén con un pelotazo urbanístico', asegura el portavoz, Manuel López. Su compañera de grupo Carmen Guerrero añadió: 'Sería un chantaje emocional jugar con los sentimientos de un equipo de fútbol para permitir una recalificación'.

El alcalde de Jaén, Miguel Sánchez de Alcázar (PP), elude valorar la controvertida iniciativa. Prefiere hacer un llamamiento a la sociedad: 'Sería inexplicable que ese esfuerzo no se hiciera, el fútbol es un vehículo de promoción para la ciudad'. Con todo, el 15 de julio se abre el plazo para que las instituciones públicas puedan adquirir acciones. Será entonces, cuando se conozca si existe o no alguna estrategia oculta del Ayuntamiento y de otras Administraciones.