El Betis se hunde frente al Levante y pone en peligro su posición

El Betis dio ayer un monumental paso atrás en sus aspiraciones de subir a Primera, tras un encuentro en el que reaccionó tardísimo a las bofetadas que le propinó el Levante. El Betis hizo aguas allí precisamente donde ha sido fuerte durante mucho tiempo, en el eje defensivo de Belenguer y Filipescu, y el peaje le costó los puntos. El Levante, mientras, hizo valer su fama de matagigantes en su estadio, en el que ha derrotado también a Sevilla, Atlético y Salamanca.

El Betis fue su nueva víctima. Viajó a Valencia con la obligación de ganar para fortalecer sus aspiraciones, y de paso menguar las de sus perseguidores, y se retrató como un grupo sin la concentración que exige una cita tan decisiva. El equipo bético no encontró su sitio en defensa, donde la movilidad de Peragón causó estragos entre los centrales, ni la efectividad en ataque.

Nadie mejor que Prats y Amato para simbolizar la frustración del Betis. El primero recibió dos tantos por dos salidas a destiempo y el argentino se hartó de fallar ocasiones: envió un balón al palo dos minutos después del primer gol del Levante, y mandó otro a las nubes con la puerta vacía recién comenzada el segundo tiempo. El Betis maquilló en los últimos minutos un resultado sonrojante, pero no disimuló un golpe de inciertas consecuencias.