El festival Socarrat amplía su formato con Alaska de madrina
Lagartija Nick, Fangoria, Los Secretos, Cooper (el grupo de Alex Díez, ex Flechazos) y los ex componentes de Nacha Pop, Antonio Vega y Nacho García Vega son las figuras estelares del Socarrat 2001, que se celebrará en Xàtiva los próximos días 16 y 17 de agosto. No es casualidad que figuren como cabezas de cartel del festival algunos nombres emblemáticos de la movida madrileña que se gestó a caballo entre los setenta y los ochenta, porque en realidad, según los organizadores, se quiere rendir homenaje a aquel movimiento y, en especial, a Los Secretos. Incluso Alaska ha sido nombrada 'madrina del festival'.
La oferta estival de macrofestivales de música pop se amplió el año pasado con la convocatoria setabense, que tiene a gala, como seña de identidad, centrar su oferta de forma exclusiva en la oferta nacional, un sello propio que acentuará todavía más este año, al 'presentar a grupos españoles, y con especial preferencia valencianos, que no gozan de gran popularidad', según ha subrayado su director artístico, José Antonio Rivas, al dar a conocer la próxima edición. Este año esperan alcanzar una afluencia de 10.000 espectadores, frente a los 6.500 que se acercaron al certamen en la edición anterior.
Dos días de música
El hecho de celebrarse en plena canícula puso de relieve en su primera edición una de las limitaciones de Socarrat, ya que los asistentes experimentaron en su propia piel los rigores agosteños de la capital de la comarca de La Costera. Conscientes de ello, los organizadores han ampliado el programa a dos días, de forma que puedan actuar los 60 artistas del cartel (que incluye a Manta Ray, Sexy Sadie, El Hombre Burbuja, Cecilia Ann y Nosoträsh, entre otros) sin necesidad de comenzar a primera hora de la tarde, cuando el calor aprieta poniendo a prueba la resistencia de cualquiera.
También se aumenta este año el número de espacios escénicos disponibles durante la convocatoria de dos a cinco. Al escenario central y La Boite (pop genuino) del año pasado, se suman La Cocina, 'que podríamos denominar escenario de las promesas', según explica Rivas, y Disco Inferno, 'la carpa de baile por excelencia', además del llamado Club Arthur C. Clarke, una zona de relativo descanso y ambiente experimental.
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