FLORA Y FAUNA URBANAS
Luis Díaz Alperi, alcalde de Alicante, tiene gracia para convertirse en noticiable y, por este camino, es probable que algún día merezca un aplauso. Pero no por ahora, pues se obstina en actuar como un marrullero al dar gato por liebre a propósito del proyecto de Plan General de Ordenación, o como un fascistoide al amparar el desalojo de representantes socialistas de un hotel de Tabarca y los mismos desafueros urbanísticos que se perpetran en la isla. ¡Vaya joya municipal!
- Mercedes Medina, Celia Sáez, Elena Moltó y José Gadea, concejales socialistas de Sant Vicent del Raspeig, han de ser incluidos en la orla nefanda de los transfuguistas. El derecho a discrepar de su propio partido no les autoriza a largarse con el escaño debajo del brazo. Urge ponerle coto legal a estas apropiaciones indebidas, finamente dicho.
Ximo Puig, portavoz del PSPV en las Cortes, tiene ante sí una oportunidad pintiparada para sacarle los colores al Gobierno autonómico del PP debido al descabellado y antidemocrático comportamiento de la Policía Local de Alicante que impidió la conferencia de prensa que el diputado presidía en Tabarca. Este episodio retrata la catadura de los responsables, pero no exime al mentado parlamentario de sacudirle sus vergüenzas. A ver si de una vez deja de parecer un florero.
- Ismael Rubio, diputado (PP) provincial de Valencia, ha solicitado simultanear el ejercicio de su profesión y la dedicación exclusiva a las tareas de la corporación, por la que cobra ocho millones. Soslayando los aspectos éticos del asunto, ¿de qué se está hablando, de dedicación exclusiva o parcial? En realidad se está hablando de un chollo. ¡Y no se sonrojan!
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