Cientos de miles de chinos han contraído el sida por vender su sangre al Gobierno
La compra de sangre a los campesinos, una práctica muy común hasta 1996 en la provincia china de Henan, ha causado un catastrófico contagio de sida en esa zona por culpa de las negligentes condiciones en que se hacían las extracciones, con agujas reutilizadas y unas extravagantes reinyecciones de sangre a los donantes. En varios pueblos de Henan, más de la mitad de la población es ahora seropositiva, y distintas fuentes sanitarias cifran los infectados en la provincia entre 'cientos de miles' y un millón.
El Gobierno chino guarda un estricto silencio oficial sobre la cuestión, y ha impedido a la única persona que ha asumido la responsabilidad de informar a los habitantes de la zona afectada, la doctora Gao Yaojie, que viaje a Washington para recibir un premio internacional en reconocimiento a su labor. Algunas fuentes señalan que las autoridades sanitarias de Henan se lucraron vendiendo la sangre a distintos laboratorios. Los afectados no disponen de medicinas contra el sida ni de información oficial.
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