Desórdenes

Los ministros de Economía, Finanzas, Privatización y Turismo han presentado cifras excelentes: la economía marroquí está bien de salud, las finanzas públicas son muy buenas, la inflación está controlada, las inversiones exteriores nunca han sido tan elevadas, la reserva de divisas es perfecta, los efectos de la sequía han sido limitados... En suma, un Marruecos bien llevado.

Dentro de este cuadro, ¿cómo es posible que los minusválidos hayan arriesgado sus vidas en una huelga de hambre sin ni siquiera haber podido conseguir la simple aplicación de la ley? ¿Cómo es posible que los traficantes se sientan tan audaces como para disparar sobre los aduaneros y policías? ¿Cómo es posible que haya en Marruecos más pobres de los que jamás se hayan contado? ¿Cómo es posible que las administraciones locales sean tan irresponsables e independientes como para asesinar un programa de puesta a punto del Ministerio de Pesca? ¿Cómo es posible que haya empresas públicas (...) sin director general durante meses?

Las finanzas van bien porque lo dice el ministro. Pero ¿para qué nos sirve eso exactamente? Ni siquiera se puede decir ya que con ello se haya complacido a los colegas del exterior, puesto que éstos no se dejan engañar en lo que respecta a nuestra realidad social y económica. (...) Los colegas internacionales saben tan bien como los marroquíes que el país se sumerge mes a mes en un desorden mental, y ello porque el Gobierno no se interesa más que por la superficie de las cosas.

Nadia Salah. Casablanca, 29 de mayo