El PP salva otra vez a CiU del cerco de la izquierda por la corrupción del 'caso Turismo'

El caso Turismo es un asunto en el que se plantean fundadas acusaciones de corrupción en el ya desaparecido Consorcio de Turismo de la Generalitat, que se arrastra desde hace más de una década pese a las reiteradas denuncias de la izquierda.

El diputado del PP Daniel Sirera fue el encargado de justificó la marcha atrás de su partido en las promesas de exigir transparencia en la gestión del dinero público. Lo hizo alegando que el informe de la Sindicatura de Cuentas sobre la gestión del citado Consorcio no deja ya ninguna duda sobre la existencia de numerosas irregularidades. Y que, por lo tanto, ya no es necesario crear una comisión parlamentaria de investigación.

La izquierda reclamaba la investigación, no obstante, tanto para desvelar todos los recovecos del asunto como para exigir las responsabilidades políticas del caso. Porque este es un asunto en el que ha habido una larga porfía de sus máximos responsables políticos, los consejeros Lluís Alegre y Antoni Subirà, para ocultar el caso primero, e impedir la investigación después.

Los diputados José Luis López Bulla, de IC-Verds, y Pere Vigo, de ERC, reclamaron la dimisión de Subirà por haber consentido, por lo menos, lo que López Bulla definió como manejos de una 'cleptocracia' instalada en Turismo. El socialista Josep Clofent no pidió la dimisión, pero insistió en la necesidad de descubrir la totalidad de la trama, porque algunas de las personas implicadas en ella están apareciendo también, dijo, en otro de los asuntos de presunta corrupción que afectan al Gobierno de CiU, el caso Trabajo.

Pese a librar una vez más a CiU de una investigación parlamentaria que los nacionalistas llevan años esquivando, el PP no dio carpetazo al asunto. Sirera pidió que Lluís Alegre, consejero de Comercio y Turismo cuando sucedieron los hechos, comparezca ante la comisión del Parlament que debatirá el informe de la Sindicatura de Cuentas. Y ante la que tendrá que comparecer también Subirà por el mismo asunto. En nombre de CiU, el diputado Antoni Fernández Teixidó aceptó la petición.

Todo esto sucedió después de que en respuesta a sendas preguntas de Josep Lluís Carod (ERC) y Rafael Ribó (IC-V), el presidente Pujol provocara las risas, y la indignación, de la oposición al afirmar ante la Cámara que su Gobierno ha actuado 'rápidamente' cuando ha surgido 'algún caso' de irregularidades.