El Gobierno ordena parar los vertidos en el alcantarillado al matadero de Pozuelo

El matadero de Pozuelo recibió hace diez días una orden del consejero de Medio Ambiente, Pedro Calvo Poch, de suspensión inmediata de los vertidos de aguas residuales que realiza al alcantarillado público, según confirmaron fuentes del Gobierno regional. Los técnicos de la consejería han detectado una superación de los parámetros legales de sustancias no permitidas. Pero la empresa que gestiona el matadero, Gypisa, ha ignorado la orden, y en una inspección realizada hace tres días los técnicos comprobaron que continuaban los vertidos ilegales. Este desacato podría acarrear a la empresa un expediente sancionador.

Medio Ambiente abrió un expediente para comprobar si existían irregularidades en el matadero a principios de este año. Los técnicos comprobaron que se infringía la Ley 10/1993, de 26 de octubre, sobre vertidos líquidos industriales a la red por dos motivos. Por una parte, el matadero carecía de autorización para tirar aguas residuales al sistema integral de saneamiento y, por otra, se detectaron sustancias ilegales. Los hechos motivaron la orden de suspensión de esta actividad hasta que la empresa tomara medidas correctoras.

Mal olor

Sobre el matadero de Pozuelo, por el que pasan 50.000 kilos de carne al día, pesan sospechas de irregularidades desde hace tiempo. Su situación, en medio del núcleo urbano, ha producido reiteradas denuncias de los vecinos por malos olores y ruidos. 'Cuando llueve se atrancan las alcantarillas y salen al exterior ratas, tripas, sangre y otras vísceras que corren por la calle', aseguró una vecina en diciembre pasado. También es habitual que el mal olor inunde los andenes de la estación del pueblo.

Ante las quejas, el grupo municipal socialista presentó el 16 de diciembre una moción en el Ayuntamiento, gobernado por José Martín Crespo, del PP, solicitando que se abriera una investigación para clarificar la situación del matadero. Según el PSOE, se tenía constancia de que la depuradora funcionaba mal y de que se estaba vertiendo sangre y despojos a la red de pluviales. El equipo de gobierno votó en contra, pero se comprometió a comprobar si se estaba infringiendo la ley.

La portavoz del grupo socialista, Esther Alonso, indica que desde entonces no han recibido ninguna información, por lo que se han visto obligados a dirigirse al director general de Disciplina Ambiental de la Comunidad de Madrid para intentar recabar los informes que el alcalde les ha negado. 'Ahora tendrá que responsabilizarse de todo lo que se ha echado a las alcantarillas durante años, porque los vecinos ya se quejaban de que había sangre corriendo por las calles desde 1993', afirma Alonso.

A raíz de una denuncia interpuesta por un ganadero entró en la investigación el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona). Julio César Martín, el ganadero que denunció los hechos, aseguró que la razón que le impulsó fue que levantó la tapa de una alcantarilla 'y allí se veía correr sangre'.