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Reportaje:NOTICIAS DE LA EDICIÓN INTERNACIONAL DE EL PAÍS

La encrucijada de la izquierda

Las divisiones internas ponen en peligro la superviviencia del FMLN salvadoreño

La izquierda partidista salvadoreña, agrupada en el ex rebelde Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), se encuentra en una verdadera encrucijada, donde el peligro de desintegración está vigente. La Convención Nacional que debió celebrarse el fin de semana no fue posible por falta de quorum, a consecuencia de lo cual la legalidad del liderazgo está cuestionada.

Por otra parte, cunde la incertidumbre en las bases y las acusaciones y amenazas entre los líderes. "El partido enfrenta un problema interno, que incluso está en el estatuto vigente: el reconocimiento de tendencias, lo que ha provocado la división. Esto no se resolverá de la noche a la mañana ni con una inyección", reconoce Gerson Martínez, el líder de los "institucionalistas", una corriente de las tres visibles; las otras dos se agrupan en el Movimiento Renovador y en la Corriente Revolucionaria Socialista (CRS), está última se reconoce como "ortodoxa".

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En el nuevo estatuto estaba "prevista la reunificación de todo el partido. Las bases tendrán una soberanía que nunca han tendido, porque las decisiones estarán respaldadas por las votaciones directas y secretas de los más de 127.000 afiliados; éstos a su vez elegirán a sus dirigentes. No tiene precedente en ningún partido de Centroamérica. Pasaremos del voto delegativo, al directo", reiteró Martínez en declaraciones a EL PAÍS.

La falta de quorum este domingo hizo que la XIV Convención Nacional del FMLN, que debía ratificar la reforma del estatuto, provocó su suspensión. El total de delegados es de 1.455; el quorum conformado por el 55% era de 801, pero apenas acudieron 494 delegados. "La cita a la convención se realizó en un intento de reformar los estatutos para prolongar el mandato de la dirección vigente, que es controlada por la CRS, la misma que en su visión estrecha desea continuar controlando el proceso de empadronamiento de la militancia", denuncia Facundo Guardado, líder de los renovadores, quien añade: "Desde hace tiempo se nos está queriendo excluir de todas las instancias de dirección del partido".

Guardado, un ex comandante guerrillero de origen campesino, indica que su proyecto de apertura implica dejar que al partido se afilien todos aquellos que lo deseen. "Esto le daría fuerza al FMLN como partido democrático, en disposición de gobernar para transformar a El Salvador". Los miembros de la CRS, encabezados por Shafick Handal, han amenazado a Guardado, así como a sus seguidores, con expulsarlo del FMLN. Lo culpan de haber hecho fracasar la convención; además lo catalogan como un "derechista".

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Más allá de esta situación creada, lo que está en juego es la institucionalidad de un partido que representa la segunda fuerza política nacional y que de acuerdo a encuestas de opinión, se sitúa como potencial victorioso de las próximas elecciones para alcaldes y diputados, de 2003 y las presidenciales de 2004.

Durante este mismo mes de mayo, un grupo de ex guerrilleros, algunos de ellos lisiados de guerra, se presentaron ante la dirección del FMLN, a la que le hicieron duras críticas y fuertes reclamaciones, que están contenidos en un documento conocido como Proclama de los ex combatientes de ayer y combatientes de hoy. Las críticas se centran en el reconocimiento de "un proceso de descomposición" que se ha generado en el liderazgo, el cual, expresan los ex combatientes, ha dado lugar a divisionismo y corrupción.

"Queremos un FMLN unido, sin grupos paralelos a los organismos del partido, donde se respeten los derechos de los afiliados y se exijan los deberes de los mismos; un FMLN donde se respete la legalidad interna y no haya impunidad", dice el texto de la proclama. Entre sus peticiones, los ex combatientes solicitan que se les reconozca como un sector del partido e instan a tener un verdadero Tribunal de Ética, que juzgue la solvencia moral y política de toda la militancia.

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