España es uno de los países de la UE con productos electrónicos más caros

El análisis comparativo de precios elaborado por Bruselas demuestra también que, a veces, los productos más caros no son los que se venden en los países de rentas más altas y que tampoco la culpa de una excesiva de elevación de precios se debe al IVA, ya que el trabajo se ha hecho también teniendo en cuenta los efectos de este impuesto. De hecho, ningún país aparece en todos o casi todos los productos analizados como el más caro o el más barato. Y, sorpresivamente, figuran Alemania, Suecia o el Reino Unido como países que registran los precios más baratos en algunos productos.

Este trabajo, que la Comisión Europea publicó ayer, demuestra que, por ejemplo, los consumidores españoles podrían ahorrar hasta un 20% en productos electrónicos de consumo si pudieran pagar el precio más bajo hallado en la Unión Europea (UE) por cada producto. 'Como promedio', añade el informe, 'los consumidores de la UE podrían ahorrar en torno al 12%'. La elección de ambos productos (frescos y de consumo) para la elaboración del estudio se debe a que sus características dan una idea más precisa, según Bruselas, de las causas de la dispersión.

La Comisión Europea trata de analizar las causas de que los precios sean tan dispares dentro de un supuesto mercado único. Una de las razones aducidas por Bruselas es que la marca es uno de los elementos que más encarece los productos; de ahí que el gasto en publicidad y mercadotecnia de las empresas sea el que imponga la ley.

El peso de la marca

Porque 'los consumidores', dice la Comisión Europea, 'están dispuestos, a menudo, a pagar más por un producto concreto por su imagen de marca'. Pero la marca, según el estudio, sólo puede explicar hasta el 40% de la diferencia de precios de un país a otro. En cuanto a los productos frescos, lo que más encarece y dificulta su distribución es el transporte.

El Ejecutivo de Bruselas concluye que para todos los productos 'las diferencias de precios obedecen, a menudo, a obstáculos a la libre circulación de mercancías y servicios'. Las restricciones a las campañas de mercadotecnia y a las comunicaciones comerciales paneuropeas, los obstáculos a la distribución, las limitaciones verticales y las licencias o los procedimientos de evaluación de la conformidad son elementos que terminan también por encarecer en mayor o menor medida la venta de un producto.

Este trabajo de la Comisión Europea se inscribe en un análisis más amplio que permita terminar con los obstáculos reales que impiden que la Unión Europea funcione como un mercado interior integrado y, por tanto, con una dispersión de precios menor. Es el mandado que recibió el pasado año Bruselas en la Cumbre de Lisboa, donde los Quince se comprometieron a convertir Europa en la zona más competitiva del mundo de aquí a diez años. 'La Comisión estima que los trabajos que se están realizando para completar su estrategia en materia de servicios permitirán suprimir ciertas barreras que reducirían la disparidad de precios que se encuentran en los estudios', dice el informe de la Comisión Europea.

Que la razón de tanta disparidad de precios se debe a los obstáculos burocráticos lo vendría a confirmar el hecho de que la Comisión Europea haya analizado también los precios de los productos en regiones distantes de los mismos países encontrando unas diferencias menores de precios. 'Las diferencias de precios entre los Estados miembros son, habitualmente, tres veces superiores a las diferencias de precios regionales en los Estados miembros', dice el informe.