Por una Comunidad Valenciana que gane su mejor futuro
Hace seis años que Eduardo Zaplana ostenta la responsabilidad de gobierno en la Generalitat Valenciana, tiempo más que suficiente para valorar a fondo su gestión al frente del Consell. Precisamente su partido, el PP, hacía ayer en Valencia su particular balance de la situación actual.
Cada vez resulta más evidente que la Comunidad Valenciana no va tan bien como la derecha quiere hacernos creer. Y lo peor es que en los últimos años se han dado las condiciones económicas necesarias para avanzar y progresar en todos los ámbitos. Existen importantes problemas, como la elevada inflación, los tipos hipotecarios cada vez más altos, la subida sin control de los carburantes, la bajada del euro respecto al dólar, que afectan al conjunto de la sociedad española. Lamentablemente el gobierno central parece tener agotada su capacidad de respuesta. Y, si afectan al conjunto del Estado, cómo no van a afectar a nuestra economía; una economía ligada al sector turístico y de servicios, una economía abierta, enfocada a la exportación. Estamos perdiendo posiciones estratégicas en España y en Europa, justo en un momento clave para nuestras aspiraciones futuras.
'Somos la Comunidad más endeudada de España y, a la vez, en la que menos se invierte'
En la Comunidad Valenciana nos encontramos en un marco asfixiante para nuestras cuentas públicas. Somos la Comunidad más endeudada de España y a la vez en la que menos se invierte: ya sea desde la Generalitat o desde el Estado. El PP ha justificado este enorme endeudamiento en la realización de grandes obras que según su particular visión habrían permitido superar carencias históricas de nuestra Comunidad en importantes infraestructuras. La derecha ha presentado sobre todo muchos proyectos y muchas maquetas. Algunos como Terra Mítica ha conseguido realizarlos, pero la mayoría de ellos duermen el sueño de los justos. Además, la característica fundamental de los proyectos realizados es que tienen muy poco que ver con las necesidades básicas de nuestra economía productiva. El endeudamiento se ha aplicado más a la búsqueda de rentabilidad publicitaria, que a avanzar en las infraestructuras y en las inversiones productivas necesarias para el progreso de nuestra Comunidad. Lo único cierto es que el AVE y el agua, por poner un par de ejemplos, siguen sin llegar y, cada día que pasa, es una oportunidad perdida.
Los socialistas valencianos creemos que es imprescindible reducir el enorme endeudamiento, parar la actual sangría del erario público con una gestión económica basada en la austeridad y el interés general. Es necesario destinar prioritariamente los recursos al aumento de las inversiones que garanticen el desarrollo futuro. Hablamos fundamentalmente de infraestructuras para el transporte ferroviario y por carretera. Ahora, curiosamente, el PP ha presentado en las Cortes Valencianas numerosos proyectos de obras a realizar en el futuro. Se trata en la mayoría de los casos de importantes obras planificadas por gobiernos anteriores que el PP no ha realizado. Se han perdido seis años y lo peor es que el previsible cambio en la situación económica hará ahora las cosas más difíciles. Es necesario parar los continuos desmanes de este gobierno, como por ejemplo el derroche que supone pagar 32 millones de pesetas de los contribuyentes a dos respetables estrellas en decadencia para que Zaplana se haga una foto en una noche de celebraciones.
Los socialistas creemos que hay que aprovechar el sólido impulso de nuestros empresarios, de nuestros emprendedores, para resolver los problemas de hoy y para definir nuestro modelo económico en clave de futuro. Apostamos por un apoyo eficaz a la internacionalización de nuestras empresas, impulsando los contactos con el exterior, por la mejora de la productividad y por una amplia implantación de la investigación para el desarrollo con el apoyo de los poderes públicos.
El PP no ha sabido impulsar medidas eficaces para conseguir un empleo más estable y seguro. Está demostrando grandes dosis de incapacidad y agotamiento.
Es necesaria una política decidida en la lucha contra el desempleo, en la que participen todos los agentes sociales y económicos. La acción positiva debe ser tenida muy en cuenta a la hora de facilitar el acceso de la mujer al mercado laboral. Tenemos que garantizar un trabajo digno a quienes, por su edad o por avatares de su propia vida, no han podido adaptarse a las nuevas exigencias del mercado laboral y se han convertido en parados de larga duración. El empleo juvenil debe ofrecer la estabilidad necesaria, y no la actual precariedad, para que nuestros jóvenes puedan así planificar su futuro con mayor seguridad. En este sentido quiero resaltar el ejemplo de Francia donde una decidida acción pública está ofreciendo magníficos resultados para solucionar estas situaciones.
Los socialistas valencianos creemos que sólo se puede progresar si existe cohesión social. Por ello, hacemos una clara apuesta por una decidida acción de los poderes públicos en materia de educación, de sanidad y de apoyo a nuestros mayores.
Siempre he sostenido que la mayor riqueza de un pueblo es su capital humano, y en la Comunidad Valenciana hay un buen número de mujeres y hombres emprendedores. Sin embargo, el PP, con sus políticas en materia educativa, está desmontando los mecanismos que permiten avanzar en la igualdad de oportunidades. Se han congelado, atrasado o reducido las inversiones en infraestructuras educativas. La mitad de los alumnos de Secundaria realizan sus estudios en centros de Primaria, con una importante disminución en la calidad de la enseñanza. Es urgente y prioritario destinar recursos que aseguren una enseñanza pública de calidad, completando lo previsto en el mapa escolar; invirtiendo en investigación, en las tecnologías de la comunicación; acometiendo las mejoras necesarias en infraestructuras educativas que ya existen, en buena parte gracias al esfuerzo de anteriores gobiernos socialistas.
Pese a las promesas y la insistente propaganda, las políticas del PP han sido incapaces a la hora solucionar la lastimosa situación de las listas de espera en la sanidad valenciana, lo que afecta a la salud y a la calidad de vida de muchas personas. Desde el PSPV-PSOE hemos ofrecido reiteradamente nuestro apoyo para resolver este problema por la vía del consenso y el diálogo. Sin embargo, como casi siempre, nuestras ofertas han sido rechazadas tajantemente por el PP, demostrando así una insensible prepotencia hacia el conjunto de la sociedad valenciana. La misma con la que han actuado respecto a nuestros mayores, que, desde que gobierna el PP, obtienen menos atención y menos servicios que los de otras comunidades autónomas.
Todo ello enmarcado en un continuo deterioro de la calidad democrática y de las instituciones, como consecuencia del talante del President Zaplana y de los intereses que representa. Ha sido una práctica reiterada en los últimos años la negación a los parlamentarios de la oposición de documentación e información esencial para controlar la labor del Consell. Quienes tanto nos acusaron de gobernar con el rodillo, conducen ahora su mayoría absoluta desde una apisonadora. Curiosa paradoja. Impiden debates esenciales para el futuro de nuestra Comunidad, practican a menudo el insulto y el desprecio a la oposición o atacan la autonomía de los organismos de control del gobierno como el Sindic de Greuges. Es indispensable erradicar este tipo de comportamientos y devolver a las Cortes el normal funcionamiento democrático y la capacidad efectiva de control del gobierno, para poder debatir así realmente sobre los temas esenciales del presente y del futuro de la Comunidad.
Lo más grave, es que en el momento actual, en un mundo en un proceso de cambio vertiginoso, con un futuro que no espera, la derecha, el gobierno del PP, está comprometiendo el porvenir de la Comunidad Valenciana.
Debemos realizar una reflexión sobre nuestra situación como país, pensar e imaginar políticas con la mirada de esta década que va a determinar qué y cómo va a ser nuestra Comunidad el día de mañana. La década que ahora iniciamos es decisiva para nuestro futuro y la próxima legislatura un tiempo esencial que no podemos perder. Y la tendencia actual no es buena. No sólo podríamos estar mejor, sino que en relación con otras regiones europeas, y también españolas, estamos perdiendo posiciones estratégicas.
Éste es el resultado, a día de hoy, de los seis años de Gobierno del PP. Las sombras que ha generado, algunas muy oscuras, se tornan de extrema gravedad mirándolas en perspectiva. La derecha, con rasgos de agotamiento, tiene ya poco que aportar. Por razón de su propia naturaleza, de su historia, entienden la globalización sólo en su vertiente de negocio, y, en muchos casos, más bien de sus propios negocios. Justo la dimersión más amenazadora y cruel, del fenómeno global. La que beneficia a los menos y debilita a los más. ¿Cómo pedirles entonces que la interpreten como oportunidad de democracia e igualdad, de mayor justicia y solidaridad?
Escándalos tales como los contratos a Julio Iglesias, el plagio de su libro o la continua complicidad con el transfuguismo que el propio Zaplana utilizó para encumbrarse, son todos símbolos del último sexenio. El PP sabe que le quedan pocos recursos con los que afrontar el presente, y mucho menos aún el futuro. Sus enormes y continuados esfuerzos propagandísticos sólo tratan de retrasar la consolidación de esta evidencia en la opinión de los ciudadanos.
Los socialistas valencianos queremos liderar el cambio de rumbo que la Comunidad Valenciana necesita. Estamos seguros de enfrentarnos a un reto que un número creciente de valencianos y valencianas vienen demandando cada vez con mayor nitidez. En el Congreso celebrado en Alicante en septiembre del pasado año me comprometí, como secretario general de los socialistas valencianos, a trabajar duro para la ciudadanía y procurar que el proyecto de futuro que necesitamos sea el proyecto de todos los valencianos.
Las cuestiones que aún nos puedan afectar como partido las resolveremos como debe hacerlo quien es y se siente socialista democrático: con transparencia, con talante abierto y dialogante, asegurando que la única práctica posible es la que se asienta en la democracia, en la participación de todos, garantizando el acceso a la información, al conocimiento que nos hace libres.
Los socialistas de toda España, también los valencianos, estamos construyendo un nuevo partido al servicio de los ciudadanos, con la mirada puesta en el futuro, para dar respuestas a los problemas que nos afectan. José Luis Rodríguez Zapatero ha iniciado este camino. Por mi parte, quiero trabajar decididamente para que la Comunidad Valenciana no pierda el tren del nuevo siglo, para que la Comunidad Valenciana gane su mejor futuro.
Joan Ignasi Pla es Secretario general del PSPV-PSOE
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