Un año sin Klara

'A Klara le gustaba luchar contra la injusticia', repiten con frecuencia sus padres, José Antonio García y María Casado. Éste es uno de los asideros en los que se han apoyado la familia de la joven asesinada en San Fernando para no derrumbarse, clamar justicia y buscar el apoyo social que necesitaban para denunciar 'el abandono y atropello judicial' que han sentido. Transcurrido un año del asesinato de su hija a manos de dos compañeras de instituto, la lucha de esta pareja no ha variado un ápice, aunque ahora quieren reconducirla a través de una Fundación regional que nacerá en San Fernando (Cádiz) con un triple objetivo: modificar algunos artículos de la Ley del Menor, promover valores que, según denuncian, se han perdido en la juventud actual, y perpetuar el nombre de su hija.

Hoy, hace justo un año, los padres de Klara experimentaron el lado más ácido de la vida cuando perdieron a su primogénita, una soñadora amante de la lectura y la música. Desde entonces, el tiempo se ha parado en sus vidas. Así lo confiesan José Antonio y María. 'Ha sido un año de lucha y llanto, y en el que la impotencia ha predominado', explican. Impulsados por las continuas muestras de solidaridad, trabajan desde hace varias semanas en dar vida a la Fundación Klara García. En este proyecto no están solos. Participan políticos, profesores universitarios, psicólogos, intelectuales, artistas, escritores y algunos cargos institucionales. 'Y mucha gente corriente', reivindica el padre, quien dice no encontrar palabras para agradecer el cariño del pueblo de San Fernando.

La Fundación impulsará la modificación de algunos artículos de la Ley del Menor, como aquellos que impiden a las víctimas personarse como acusación particular. 'Hay que cambiar también el espíritu de la ley, que sólo busca la reinserción de los jóvenes, cuando se debe potenciar además la prevención de los delitos', dijo García. En la defensa de este planteamiento, el padre de Klara aboga por recuperar en la juventud valores como la amistad, el respeto, la honestidad, la educación, la generosidad y un largo etcétera. 'Son los valores que tenía mi hija', proclama su padre con la voz entrecortada, dejando aparcada, por unos instantes, la entereza pública que siempre ha mostrado.

A su cruzada pública, suman además el vivir diario en su casa. Allí se apoyan en su hijo pequeño José Antonio y en las tres amigas de Klara: Ana, Angela y Desiré. 'Mi consuelo es que las veo crecer a ellas y me imagino a mi hija', explica García, quien, con todo, sigue arrinconando episodios tristes de este año. 'El peor momento fue el Día del Padre', explica con un comentario desgarrador: 'Eché en falta su regalo y su alegría. Me sentí menos padre'.

También les echan de menos sus antiguos compañeros y profesores del Instituto Isla de León, quienes tributaron ayer un nuevo homenaje a Klara. En un emotivo acto, dieron lectura a algunos de los trabajos académicos de su amiga y regalaron a los padres un libro que recoge anécdotas y comentarios sobre su desaparecida compañera.

El funeral en recuerdo de Klara se oficiará esta tarde, a las 18.30 horas, en la Iglesia de San Francisco de San Fernando, donde los ciudadanos isleños volverán a arropar con su cariño a esta familia sesgada por el infortunio. Será un nuevo aliento que recibirán en su travesía personal, pero no el último.