ETA intenta matar a un vigilante de la universidad vasca con una bomba lapa
El artefacto, cargado con un kilo de dinamita, no llegó a estallar por un fallo en el mecanismo
Fue el propio vigilante quien descubrió dentro de su coche, un Renault 21 con matrícula de Bilbao, una fiambrera cargada con el explosivo tras circular con ella durante unos cinco kilómetros, entre el campus universitario de Leioa (cerca de Bilbao) y su domicilio en el barrio de Cruces (Barakaldo).
El guarda conducía hacia su casa tras finalizar su jornada laboral cuando notó un objeto sospechoso debajo de su asiento. Pese a ello, continuó su camino hasta Cruces, donde estacionó el vehículo frente al número 10 de la calle de La Paz, en las proximidades de su domicilio. Tras apearse, descubrió la fiambrera y examinó su interior. Al ver los cables y el explosivo, la tiró a un contenedor de basura y avisó, poco antes de las cuatro de la tarde, a la Ertzaintza.
La policía vasca acordonó la zona y un grupo de sus especialistas neutralizó la bomba realizando una explosión controlada. Según los primeros informes técnicos, la bomba tenía una ampolla de mercurio que debía activar la carga con el movimiento del turismo, pero no llegó a funcionar por causas desconocidas. La carga explosiva era más que suficiente para asesinar al trabajador.
El vigilante jurado, afiliado al sindicato USO, trabaja para la empresa Prosetecnisa, encargada de la seguridad de los tres campus de la universidad pública vasca. Portavoces policiales citados por la agencia Vasco Press indicaron que el guarda desempeña sus labores desde hace poco tiempo en dicha compañía. Fuentes universitarias indicaron que el vigilante presta sus servicios en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, la misma en la que ETA intentó asesinar en diciembre pasado, con una bomba cuyo mecanismo de activación también falló, a la profesora de ese centro y militante socialista Edurne Uriarte. Aquel artefacto estaba compuesto por 3,5 kilos, también de dinamita.
La Ertzaintza investiga ahora si la bomba fue introducida en el coche del guarda dentro del mismo recinto universitario -ya que el agente lo dejó aparcado allí ayer por la mañana y no lo cogió hasta el final de su turno- o si pudo ser colocada con anterioridad, por ejemplo durante la noche pasada. Al parecer, la cerradura de la puerta del conductor no presentaba signos de haber sido forzada.
Críticas del entorno de HB
Los servicios de seguridad de la UPV, desempeñados antes por la empresa Protecsa, integrada ahora en Prosetecnisa, han recibido durante los últimos tiempos duras críticas de la izquierda abertzale por sus contundentes intervenciones en varias protestas universitarias de grupos afines a HB. La revista Ardi Beltza, que dirigía Pepe Rei, por ejemplo, ha publicado informes con acusaciones tanto contra los responsables de la seguridad de los campus como contra diversos agentes de la empresa de vigilancia. La persona contra la que iba dirigido el fallido atentado de ayer no era citada en ninguna de dichas informaciones.
Prosetecnisa es una compañía de seguridad con sede en Bilbao constituida en 1983 y para la que trabajan más de 450 personas. Además de la UPV, otra de las instituciones para la que también presta servicios es la Diputación de Álava. Ésta es la primera vez que ETA intenta directamente asesinar a un vigilante de una empresa privada de seguridad, quien además no trabaja como escolta. Desde las elecciones vascas, ETA ha pretendido asesinar a dos personas: el periodista Gorka Landaburu, mutilado por un paquete bomba el pasado día 15 en Zarautz, y ayer el guarda jurado.
La UPV suspenderá hoy durante una hora (de 12.00 a 13.00) sus actividades en repulsa por el atentado. A mediodía, además, ha convocado concentraciones en sus tres campus. En un comunicado difundido ayer, la UPV recalca la 'vileza y degradación moral' que supone el intento fallido de ETA. El texto, firmado por su rector, Manuel Montero, define el atentado como una acción 'fascista' más de la banda, a la que exige su disolución de forma 'inmediata e incondicional'. 'Sentimos este intento de atentado como una nueva agresión en contra de todos nosotros', añadía. Todos los partidos, salvo EH, condenaron el atentado.
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