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Reportaje:

Fuego para ocultar un crimen

La juez encarcela a un hombre de 28 años como supuesto asesino de la madre de su novia

En las calles de Marbella se rodaba ayer un thriller, La Caja 507, una película de Enrique Urbizu, que incluye incendios provocados dentro de su argumento. En dos platós diferentes -los juzgados de Marbella y una céntrica calle- se desarrollaban historias similares, una de la vida real y otra de ficción.

La historia real empezó a las cuatro de la madrugada del sábado al domingo cuando los bomberos de Marbella encontraron el cadáver calcinado de una mujer de 52 años en la lujosa urbanización Guadalmina alta. Un incendio había acabado aparentemente con su vida. Anoche, sin embargo, la juez de instrucción María José Rivas decretó prisión para José Luis L. M., de 28 años, como presunto autor del asesinato de la madre de su novia, a la que habría estrangulado con un cable y posteriormente había prendido fuego a la vivienda para borrar las huellas. Médicos forenses y agentes de la policía científica corroboraron que Josefa R. R. había muerto estrangulada y presentaba, a pesar de las llamas, restos de cobre en su cuello.

Los investigadores sospechan que estranguló a la víctima con un cable y después provocó un incendio para borrar las huellas del homicidio

La víctima era muy conocida en Marbella, donde regentó un establecimiento de repuestos de automóviles en la avenida de Ricardo Soriano, la calle principal de la ciudad. Su hija Vanesa L., de 23 años, y el novio de la joven, José Luis L. M., fueron detenidos el domingo por policía. Tras los interrogatorios la policía llegó a la convicción de que Vanesa no estaba implicada. La juez decretó anoche su puesta en libertad. El presunto asesino se negó a declarar ante la policía y según parece también ante la juez que instruye el caso.

'Era una mujer enérgica y con un carácter bastante fuerte', dicen los que conocían a la víctima conocida como Pepita, divorciada y cuyo otro hijo vivía con su padre. Aseguran que manejaba con 'mano de hierro' su negocio, antes de que cerrara hace ya ocho años. 'Tuvo que ser una pelea', apuntaba ayer uno de sus vecinos, visiblemente afectado, aludiendo al temperamento de la fallecida.

El hecho de que el fuego se produjera en el dormitorio que la mujer ocupaba en la planta baja de la vivienda -donde fue encontrado el cadáver-; que las llamas no se extendieran a otras estancias; y que no hubiese huellas de violencia hizo que la policía se plantease la posibilidad de un crimen. El supuesto asesino la habría estrangulado con un cable y posteriormente provocó el incendio para encubrir el crimen, al estilo del thriller que rueda estos días Urbizu.

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Tras la detención de la pareja de novios, cuya relación desaprobaba la víctima, Vanesa declaró que ella y su pareja ocupaban una habitación en el piso superior. La joven insistió en que trató de auxiliar a su madre, pero que nada pudo hacer para ayudarla. La juez instructora ha dictado el secreto del sumario. Los dos detenidos fueron puestos a disposición judicial de muy distinta forma. Mientras la hija de la víctima era conducida a los juzgados en un vehículo camuflado y con una complicada maniobra para eludir las cámaras, la policía trasladó al novio en un coche celular. Ambos llegaron con los rostros cubiertos.

Fuentes cercanas al caso apuntaban anoche que 'no está clara la participación de la joven en el crimen', mientras que los investigadores consideran al novio el posible autor material del asesinato.

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