CiU busca un pacto con el PP que le dé estabilidad en el Parlament

Los dirigentes de CiU viajarán a Madrid para intentar que la dirección nacional del PP les brinde el balón de oxígeno que el PP de Cataluña les escatima. En junio el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se entrevistará con el presidente del Gobierno central, José María Aznar. Pero previamente habrá otros contactos entre las direcciones de CiU y PP.

Fuentes de la coalición nacionalista informaron ayer de la celebración de una cumbre en la que participarán, por parte catalana, el secretario general de Convergència y consejero jefe del Gobierno autónomo, Artur Mas; el portavoz de CiU en el Congreso, Xavier Trias, y el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida. La representación del PP estará encabezada por el ministro de Economía, Rodrigo Rato; el secretario general del partido, Javier Arenas, y el vicepresidente primero y ministro de Interior, Mariano Rajoy.

Los nacionalistas quieren agotar tranquilos la legislatura. También, conocer, de primera mano, si pueden o no contar con el apoyo del Partido Popular en el Parlamento autonómico sin la incertidumbre de cada votación, como ocurrió en el pleno de la pasada semana. Los populares catalanes están por concederles tregua hasta 2003 pero a cambio exigen que el pacto se exprese públicamente, es decir, que CiU admita su dependencia de los 12 parlamentarios del PP.

'No habrá ningún pacto firmado. Ni decálogo ni nada de nada; tan sólo aspiramos a obtener un compromiso verbal en firme', apuntó ayer un máximo dirigente de la coalición. Pero los nacionalistas disponen de un único argumento para convencer al PP y es que la inestabilidad política en Cataluña tan sólo beneficia a los socialistas de Pasqual Maragall.

Ayer Artur Mas se mostró dispuesto a alcanzar un pacto sin papeles con el PP en Cataluña, a partir de septiembre, pero lo condicionó al resultado de las negociaciones sobre financiación autonómica. No obstante, Mas dijo sentirse optimista sobre el desenlace de esta negociación ya que, a su juicio, los conservadores aceptan el grueso de las demandas nacionalistas.

Fuentes de la coalición informaron de que el PP está dispuesto a ceder a las autonomías cierta capacidad normativa sobre los impuestos especiales del tabaco y de matriculación de vehículos. El principal fleco afecta a la financiación de la sanidad catalana.