Bajo las bombas de la venganza
Escenas de pánico en el hogar del último terrorista suicida de Hamás
'No hay otra solución que el martirio', dejó escrito Mahmud Ahmed Marmach, el suicida de Hamás que el viernes acabó con la vida de cinco israelíes y dejó heridos a un centenar más. Mientras su familia y amigos se congregaban ayer en un acto de homenaje en su memoria, las bombas israelíes volvieron a castigar Tulkaren y otras ciudades palestinas en represalia por la acción de Marmach. El corresponsal de EL PAÍS se encontraba en la casa familiar cuando la irrupción de los helicópteros israelíes causó el pánico y desbarató la reunión.
'Hay que salir corriendo; nos bombardean, nos bombardean', gritaban los familiares en su dramática huida. Al menos cinco muertes se sumaron a las 11 víctimas mortales del bombardeo del día anterior, en el que Israel empleó, por primera vez, aviones de combate F-16.
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