El grupo Limp Bizkit, estrella del festival, suspende su actuación
Desde que una avalancha humana asfixió hasta la muerte a una joven durante uno de sus conciertos en Australia, Limp Bizkit, el grupo de Florida (EE UU) estrella de la edición 2001 de Festimad, exige en sus contratos un tipo de anclajes determinados en las vallas y una disposición especial que permite pasillos de evacuación rápida en casos de necesidad.
El equipo técnico que acompaña al grupo comprobó ayer por la mañana que las vallas instaladas en Festimad no cumplían esas exigencias establecidas en el contrato y a última hora de la tarde anunciaron que no actuaban. El cantante del grupo, Fred Durst, había ofrecido horas antes en un céntrico hotel de Madrid una rueda de prensa que se retrasó durante horas ante la incertidumbre de si la organización de Festimad estaba subsanando o no las deficiencias.
Arrogante, y con gesto de preocupación, Durst compareció ante los periodistas con la advertencia previa por parte de su discográfica de que no se le preguntara sobre la posible suspensión de su actuación. A pesar de todo, fue lo primero que se le preguntó. 'No tengo claro si el concierto se celebrará', se limitó a decir el cantante.
Durst se despachó con gusto cuando se le inquirió sobre los motivos por ser los únicos que concedían una rueda de prensa fuera de las instalaciones de Festimad, al contrario de los otros grupos, que lo hacen en una carpa instalada para ello en el parque de El Soto de Móstoles, donde se celebra el festival. 'No se nos ha subido nada a la cabeza', dijo el cantante, 'eso sólo lo decís los críticos de mierda porque os fastidia venir a estas cosas, y luego trasladáis vuestra mala leche a vuestras crónicas'. Reivindicó que 'los fans son lo más importante', y que a ellos sí le dedican 'el tiempo que sea necesario y toda la seguridad del mundo, antes que perder el tiempo con periodistas enfadados'. 'Preferimos ser odiados a ignorados', añadió, 'y nos gusta que hablen de nosotros, aunque sea mal'.
Volumen brutal
A pesar de todo, reconoció estar muy excitado ante el concierto que podría ofrecer -y que finalmente no ofreció- una horas después. 'Si llega a celebrase', dijo, 'será muy emocionante por todo lo que le ha acompañado: la lluvia, las ganas de nuestros seguidores, la propia incertidumbre... todo hará que sea una noche especial'. Sobre si se entregarían más a los sonidos metaleros de sus dos primeros discos, o al más rapero de Chocolate starfish and the hot dog flavored water, tercero y último de su discografía, afirmó rotundo que lo harían 'a un volumen brutal, con toda la energía acumulada por las circunstancias que han acompañado'. Aunque es la primera vez que tocan en España, Durst ha oído hablar del calor del público español, lo que anotó como otra de las cosas que influirían: 'Estamos en constante evolución, y en cada lugar tocamos según la reacción de la gente. Hace poco, en Holanda nos tuvimos que calentar entre nosotros, allí el publicó es muy pasivo. Sabemos que aquí el calor nos va a venir de abajo, así que todo será muy emotivo y lleno de energía'.
Babelia
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