'El PSE tiene que colaborar con el Gobierno vasco'
El teletipo acaba de vomitar la noticia, minutos antes de iniciarse esta entrevista: Barrionuevo y Vera deben volver a la cárcel. Manuel Chaves, con rostro serio, la lee despacio en su despacho de la presidencia de la Junta de Andalucia. Dice: 'Fueron unos eficaces y leales servidores del Estado. Por tanto, además de respetar la decisión del Tribunal Supremo, la lamento'. Se nota que fueron amigos. Una vez más, el País Vasco en el primer plano.
Pregunta. Los resultados de las elecciones vascas ¿obligan a hacer una autocrítica?
Respuesta. Todo el mundo tiene que hacer una reflexión sobre el tipo de campaña que ha desarrollado y sobre los resultados obtenidos. Los del PSOE han sido dignos, aunque las expectativas eran mayores. Dos elementos han caracterizado la campaña del Partido Socialista de Euskadi (PSE): la coincidencia con el PP en elementos tan importantes como el Pacto Antiterrorista, la defensa de la Constitución y del Estatuto, la oposición al soberanismo del PNV, las amenazas y asesinatos de los que han sido objeto sus militantes. El segundo elemento es el papel del PSOE como un partido que podía desempeñar un papel central en la recomposición del diálogo entre PNV y PP, que no ha tenido tanto relieve en la campaña como el primero.
P. ¿Se ha entendido el seguidismo del PSOE respecto del PP?
R. Lo que ha habido ha sido una campaña brutal de demonización y criminalización del PNV de los medios de comunicación controlados por el Gobierno central, por tanto dirigidos por el Gobierno. Además, en esos medios siempre se ha manipulado la posición que el PSE ha mantenido. Se ha atentado contra la identidad de los ciudadanos vascos desde estos medios gubernamentales y desde el PP, no desde el PSOE. La mayoría de los vascos entendieron que era también un ataque a lo vasco. Otro elemento que explica los resultados es la campaña que se lanzó para identificar al PNV con ETA, que ha sido tambien un fracaso.
P. ¿No ha cometido esos errores también el PSE?
R. El PSE no ha entrado nunca en ese tipo de campañas. Ha intentado evitar la crispación y el enfrentamiento.
P. Escuchando a Rosa Díez no se sabía si era del PSE o del PP.
R. Pero esa no ha sido la línea básica de la campaña socialista. Un ejemplo: los insultos al candidato del PNV, Juan José Ibarretxe, en el funeral de Jaca. Si alguien creía que con eso se iba a perjudicar al PNV, se equivocó. Fue todo lo contrario. Fue el origen de muchos votos hacia Ibarretxe.
P. ¿No debieron recriminar a su socio, el PP, para que no siguiera en esa línea?
R. Las campañas han sido autónomas. Pero nosotros nunca nos sentimos identificados con esos actos de agresión, ni con los que el PNV hizo en algunos funerales que se celebraron en el País Vasco (como en Portugalete).
P. ¿El PSE no se ha equivocado en nada?
R. Me imagino que al no cumplirse las expectativas, en algo se habrá equivocado. Es evidente.
P. En la campaña se ha recordado a muchos de los asesinados por ETA, pero se ha echado en falta menciones al ex ministro socialista Ernest Lluch y a sus posiciones.
R. Eso no es cierto. No sé si se habrá mencionado nominalmente a Lluch. Pero sus tesis sí han sido defendidas por el PSE. Ese elemento de centralidad, la necesidad de un diálogo entre todas las fuerzas democráticas, sean o no nacionalistas, o la necesidad de recomponer la unidad democrática son elementos que siempre defendió Lluch.
P. Odón Elorza o Nicolás Redondo: ¿Quién debería pilotar la reacomodación del PSE a esta nueva etapa que se abre?
R. No estoy ni he estado de acuerdo con las tesis de Odón Elorza y no creo que los resultados electorales avalen esas tesis. Es verdad que el PNV ha obtenido una victoria muy clara y nítida, pero también lo es que está empezando a rectificar en dos cosas: no contará con los votos de EH en el Parlamento vasco, promesa que hizo durante la campaña y que espero que cumplan en las próximas semanas, y el llamamiento para constituir una mesa de diálogo, sin EH, hasta que éstos condenen la violencia.
P. ¿Redondo debería dimitir?
R. Es una decisión que tiene que tomar el PSE. No creo que se deba dimitir cada vez que uno pierde unas elecciones.
P. ¿Debe propiciar el PSOE un acercamiento hacia el PNV?
R. El PSE tiene que colaborar con el Gobierno vasco...
P. ¿... formando parte del gobierno?
R. ... tiene que colaborar en la recomposición de la unidad democrática. En estos momentos, no hay condiciones para entrar en un gobierno con el PNV. Hoy por hoy.
P. ¿Por qué?
R. Por ética. En la campaña electoral no hemos planteado nunca un gobierno de coalición con el PNV, sino con el PP. Por tanto, no creo que fuera ético, aunque recibiéramos esa invitación. Segundo, porque todavía está por ver cuál es la deriva de los primeros gestos de Ibarretxe en cuanto a no contar con EH y la constitución de esa mesa de diálogo. Pero que el PSE tiene que colaborar en la recomposición de la unidad democrática, y en la lucha contra el terrorismo, es algo absolutamente claro. Y otra cosa: lo que hoy no es posible, puede ser posible mañana.
P. ¿Cómo interpreta el silencio de Aznar en los primeros días y su intención de minimizar el fracaso del PP?
R. Lo que ha hecho Aznar es dejar que otros den la cara por él. Algunos políticos actúan así.
P. Cambiemos de tercio. ¿Los marroquíes son muy listos y la UE muy torpe?
R. Para Marruecos, la situación era más complicada que en otra ocasión, porque ya juegan los votos para los partidos marroquíes. Pero tengo la impresión de que para la UE la pesca en el Mediterráneo no tenía tanto interés como otros aspectos. Y el Gobierno español no ha volcado todo su peso político en el acuerdo. Esa página hay que pasarla y pensar qué es lo que hacemos a partir de ahora. El elemento clave es cuánto dinero de la UE va a ser capaz de traer el Gobierno español para solucionar el problema de la pesca en las zonas afectadas. Los problemas de reconversión, de diversificación económica y de ubicación de nuestros barcos, bien en los caladeros marroquíes o en otros, depende de que haya una suficiente cobertura financiera por parte de la UE. Y en este contexto voy a colaborar con el Gobierno de la nación.
P. ¿Qué falla en la relación entre España y la UE?
R. La política exterior española está entrando en una fase preocupante porque está haciendo aguas en muchos aspectos. Quizás porque es una política de sacar pecho. Ha pasado con Cuba y Marruecos, y en ambos casos tiene efectos económicos. Y también se ha sacado pecho con la UE, que está provocando un aislamiento de España ante la ampliación. Que nadie ponga en duda que los socialistas vamos a apoyar a Aznar para que los fondos estructurales sigan llegando a España. Nosotros no vamos a caer en la misma situación de Aznar cuando llamó pedigüeño a Felipe González. Pero es evidente que se están planteando mal los asuntos en la UE, porque no se puede buscar el enfrentamiento con uno de los países que más aporta a la UE, como Alemania.
P. En un año de legislatura no se ha logrado desbloquear ninguno de los temas que le planteó a Aznar; ¿a qué lo achaca?
R. Hay un actitud del Gobierno central y el PP hacia Andalucía que es evidente. Lo vamos a ver con mayor énfasis ahora y el españolismo exponencial que han practicado en el País Vasco lo van a intentar en Andalucía. Hay una actitud de cortar cualquier relación con la Junta para trasladar a la opinión pública dos cosas: el aislamiento de la Junta de Andalucía frente al Gobierno de la nación y que los socialistas estamos en una política de enfrentamiento. Para el PP, Andalucía es un campo de batalla política y eso va a seguir teniendo un coste para el PP.
P. Le procupa que el PP inicie la campaña del '¡Váyase señor Chaves!'.
R. Ya estamos asistiendo a esa estrategia desarrollada por el PP entre 1993 y 1996. El PP ha puesto en marcha desde hace mucho tiempo una campaña de crispación, más que de confrontación, con Andalucía, y eso sí me preocupa. Hay muy pocas oportunidades de sacar adelante temas a través del acuerdo. El único que recuerdo es el de las cajas de ahorro y, quizás, porque haya habido un interés personal de la propia presidenta del PP.
P. La dispensación gratis de la píldora del día siguiente o de heroína a los toxicómanos, ¿son medidas demagógicas? ¿Qué le cuestan a la Junta?
R. El problema no es el coste. Hay medidas que cuestan más y también son innovadoras como la de la ortodoncia gratuita para los menores de 16 años. Pero lo que representan es el ir por delante en las políticas sociales desde una perspectiva progresista. Si en Andalucía se producen 10.000 abortos y muchos afectan a jóvenes, pues hay que poner todos los medios necesarios para evitar que pueda ocurrir. Lo que me preocupa es que se crea que la píldora poscoital se va a repartir como si fuera aspirina. Se hará con control médico y desde la perspectiva de que tendrá un carácter de excepcionalidad.
P. ¿Hay sintonía con el Gobierno central en los asuntos de inmigración?
R. El Gobierno está haciendo lo que le pedíamos los socialistas, aunque no lo quiera reconocer. Los que tienen un puesto de trabajo en España están siendo regularizados. La política migratoria del Gobierno no es adecuada en el control de fronteras y tampoco hay una política de acuerdo con los países de origen, que creo que son absolutamente necesarios. España debe ser un país abierto a aquellos inmigrantes a los que podamos dar un contrato de trabajo digno e integrar socialmente. Los convenios con los países de origen tienen que prever los contingentes de mano de obra, pero también la posibilidad del retorno con todas las garantías jurídicas.
P. Pero es inaudito que la Junta no supiera que en Lepe había cien ecuatorianos viviendo en condiciones miserables. ¿Ha vuelto la esclavitud al campo?
R. Siempre le pueden acusar a uno de buscarse una excusa, pero los temas de inspección en inmigración no nos corresponde. No quiero utilizar la palabra esclavitud, pero es evidente que hay una situación de explotación, de falta de respeto humano. En la denuncia de toda esta situación debemos colaborar todos. Si en Andalucía hay una mano de obra más allá del trabajo que podemos ofrecer, se van a dar casos como los de la fresa o el de El Ejido.
P. Según el PP, usted es el culpable de que el Tireless haya estado en Gibraltar durante un año.
R. Lo mejor que podría hacer el PP es callarse, porque su oportunismo ha sido escandaloso. En Andalucía el PP ha pasado de respaldar al Gobierno de la nación a pedir que se vaya, y ahora a decir que soy el responsable. Lo que no puede volver a pasar es que un Gobierno actúe como ha actuado el señor Aznar y someter a una población a un potencial peligro. También se da un problema de dignidad nacional por no exigir al Gobierno británico el traslado del Tireless.
P. Desde el PP e incluso desde las filas de su propio partido se afirma que su Gobierno está paralizado.
R. Simplemente me tengo que remitir a todos los Consejos de Gobierno de los últimos meses para comprobar que no hay ningún tipo de parálisis. La acusación de cansancio estoy aburrido de oírlas desde 1990. Durante todas mis legislaturas he asistido a campañas de este tipo, de que estamos en un fin de ciclo. Este Gobierno es quizás de los más activos que yo he presidido. Creo que es al revés: el PP ejerce una oposición inútil, que no dice ni aporta absolutamente nada.
P. Pero no sólo lo dice el PP, también en su propio partido.
R. Lo único que espero es que en los órganos del partido lo pongan de manifiesto y lo digan, y entonces para mí eso tendrá ya una cierta virtualidad, pero mientras eso no ocurra...
CRÍTICAS INTERNAS
P. Usted sabe que esas cosas no se suelen decir delante del presidente del Gobierno.
R. Ni delante del presidente ni de la ejecutiva regional ni del comité director. Que lo digan dentro de esos órganos. ¡Es que no es verdad! En todas las legislaturas asisto a campañas de estas característica y uno ya está aburrido de eso.
P. O sea que no va a haber crisis de Gobierno.
R. No, no, no va a haber crisis de Gobierno.
P. La consejera de Economía, Magdalena Álvarez, ¿seguirá en el Gobierno?
R. Estará con la misma permanencia que lo estarán los demás consejeros. No va a haber crisis de Gobierno, lo cual quiere decir que va a continuar.
P. El PSOE va a proponer la limitación de mandatos y aunque no se vaya a aplicar con carácter retroactivo, ¿le condiciona en su decisión de optar por quinta vez a la Junta?
R. No. Si esa regla la aplicaramos ahora sería una locura, habría un vacío institucional en el partido, en los parlamentos. Sería una barbaridad. Es una medida que se pone en marcha ahora y que debería tener reflejo en una legislación nacional para que afectara a todos los partidos.
P. Usted propuso la fusión de todas las cajas andaluzas en una sola y de momento sólo se fusionan las dos sevillanas. ¿El poder del dinero ha sido más fuerte que la Junta?
R. El debate sobre la caja única ha sido crispado y se ha desarrollado en términos poco razonables. No sólo han jugado posiciones políticas partidistas, sino también intereses personales, de grupo, que tienen más o menos relación directa con la cobertura financiera que prestan las cajas. Pero saco un elemento positivo del debate: todo el mundo en Andalucía habla de la necesidad de que haya una concentración financiera.
P. ¿La consejera de Economía ha sido derrotada por los presidentes de las cajas de Sevilla?
R. No me lo planteo en términos de derrota o victoria de nadie. La posición de los presidentes de las dos cajas sevillanas ha representado un elemento de distorsión en todo este proceso y, más que facilitar, han entorpecido el debate. Nuestra posición está clara. Son dos presidentes que en su momento salieron elegidos como consecuencia de una propuesta del PSOE y en estos momentos son presidentes que no gozan de la confianza del PSOE y, por supuesto, de la mía como presidente de la Junta.
P. Por lo que dice parece que no considera a los dos presidentes como los más adecuados para pilotar el proceso de fusión.
R. Ya he hablado suficiente.
P. ¿Puede acabar en una expulsión del partido de los presidentes de las cajas?
R. No hemos pensado en eso.
P. ¿Es imprescindible que las televisiones públicas sean tan malas?
R. Tengo que reconocer que las veo poco. Pero no creo que sean peores que las privadas.
P. ¿Y esa imagen casi permanente de la Andalucía de pandereta que se ve en Canal Sur?
R. Lo que sería un error es que la televisión andaluza no luchara por la audiencia, como las demás. No veo una diferencia entre la pública andaluza, la española o las privadas.
P. EL PSOE federal plantea un modelo de televisión distinto al de Andalucía. ¿Cuál será el que se aplique aquí?
R. El que viene en la propuesta del partido federal: un pacto de Estado que afecte a todas las televisiones públicas empezando por TVE, para que todos nos atengamos a las mismas condiciones. Eso es lo que dice el pacto.
P. ¿Por qué no hace usted lo mismo que con la píldora del día siguiente y predica con el ejemplo?
R. Porque creo que en esta situación debemos hacer una norma básica para todos.
P. Pero tendría más fuerza para pedir eso en Madrid si lo ha puesto en marcha en Andalucía.
R. Tendré la misma fuerza. Lo que digo es que mi disponibilidad a hacer esas normas en el contexto de un pacto de Estado.
El hombre apasionado
MANUEL CHAVES, 55 años, casado y padre de dos hijos, tiene varias pasiones: la política está en primerísimo lugar. 'Me gustaba desde que era niño, y no sé por qué'. Por ello, este doctor en Derecho, ceutí de nacimiento, crecido en Cádiz y Sevilla sería hoy un tranquilo catedrático de Derecho del Trabajo si la política no se hubiera cruzado en su camino en 1968, el año mítico del mayo francés. Ese año se afilió al PSOE en Sevilla, e inició un largo camino, que recorrió en buena parte junto a Felipe González, uno de sus mejores amigos. Diputado en 1977, ministro de Trabajo en el 86, presidente de la Junta de Andalucía desde 1990, secretario general de los socialistas andaluces y presidente del PSOE tras su último congreso, a propuesta de José Luis Rodríguez Zapatero. O sea, una pasión ya cumplida. No aspira a más. La segunda de sus pasiones es el deporte: es un buen corredor de fondo, aunque por razones de seguridad ha tenido que sustituir los siete kilómetros diarios trotando por las calles de Sevilla por una hora de natación (2.000 metros a la hora es lo habitual), que alterna con la bicicleta estática, en un polideportivo municipal. Le sorprendió el ataque de Teófila Martínez, la presidenta del PP andaluz, cuando al evaluar el primer año del Gobierno, hace unos días, dijo que se dejara de correr tanto y se dedicara a gobernar. Por cierto: Teófila sufrió un lapsus y habló de corridas en vez de carreras. Se apasiona cuando habla del libro que tiene entre manos, Asesinos sin rostro, del sueco Mankell Henning, de quien dice que es un digno heredero de los policiacos norteamericanos, Dashiell Hammet entre otros. Le gusta Henning porque sitúa la trama de sus intrigas en medio de problemas que le interesan, como los campos de refugiados de inmigrantes en Suecia o los malos tratos en otra novela de este autor, La quinta mujer. Pero su gran pasión es el cine. Su sueño dorado: dirigir Casablanca. Nada de ser actor, no, director. Como ya es un poco tarde para cambiar de profesión, se conforma con que algún director lo llame un día para hacer un cameo. Está abierto a ofertas.
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