'El antídoto contra la vanidad es saber que te vas a estrellar'

Actor, director y guionista, descendiente de un hombre de cine cabal como Alfredo Mañas, no parece acusar el éxito de su primer largometraje, El Bola. Pese a su juventud y al premio Goya, Achero Mañas parece tener la cabeza muy bien templada y ya piensa en su segunda película. Intervino en los encuentros Frontera Sur para jóvenes creadores que se celebraron en Cádiz y, desde allí, quiso ofrecer una visión realista de su oficio.

Pregunta. Tal y como están las cosas, ¿es El Bola lo último en poesía social?

Respuesta. No lo sé. Sólo sé que he hecho una película, la historia de amistad entre dos niños de mundos opuestos. Que digan que es social, o dura, o heredera del neorrealismo italiano o de Ken Loach, eso no lo sé.

P. ¿En el cine español, todos ponen las ganas y Torrente se lleva la lana?

R. Supongo que Santiago Segura va a ganar mucho, pero El Bola también ha hecho mucha lana. No tengo nada contra lo comercial, esto es una industria y, como tal, tendrá que haber chopped del bueno, del regular y del peor. No me meto en eso.

P. Si le digo que El Bola no ha llegado a Cádiz, ¿se sorprende?

R. Debe de ser una cuestión de mala distribución o de que las películas no hacen dinero aquí. Es como al teatro: en Londres van públicos de todas las clases y las salas hacen dinero, aquí no...

P. ¿Tiene el antídoto contra la vanidad y no quiere compartirlo con sus compañeros?

R. El antídoto es saber que la próxima película va a ser horrorosa, que en algún momento te vas a estrellar. Esta es una profesión muy jodida, el éxito es una casualidad. Hay que saber que, estando arriba o abajo, tampoco pasa nada.

P. ¿Tiene miedo al desafío de la segunda película?

R. No, porque voy a hacer la tercera, directamente (risas).

P. ¿Los cortometrajes son sólo una escuela?

R. Es una escuela imprescindible, el lugar para empezar a trabajar, conocer el oficio y saber dónde se cometen los errores. Yo no creo en el corto ni en el largo, existen las historias y cada una tiene un tiempo. Ante la industria, hay algunas que tienen salida comercial y otras no.

P. Dice que nadie se le ha ofrecido para trabajar con usted después de El Bola. ¿Es posible?

R. El mismo productor, nadie más. Y no quiero hacer ningún fichaje, sólo contar con buenos actores que le vayan a los personajes.

P. Hitchcock se negaba a trabajar con niños, con animales y con Charles Laughton. Pero usted parece atreverse con todo.

R. Eso lo decía Hitchcock porque los niños, los animales y Laughton, cuando están bien, se llevan el plano, lo roban. Toda la atención del público es para ellos. Yo ya he trabajado con niños y con animales. Y me encantaría trabajar con Charles Laughton, aunque va a ser un poco difícil.