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Columna
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DEI

¿Eres cristiano? Soy cristiano, por la gracia de Dios. ¿Qué es ser cristiano? Éstas y cien preguntas, y respuestas más, formaban parte de un catecismo que pagaban nuestros padres y nos exigían nuestros curas. Una vez memoricé preguntas y respuestas. Me concedieron un DEI. Entonces se llamaba jefe de cruzados. La cruzada no había acabado todavía. Además, colocaron una foto en el cuadro de honor. Estaba muy orgulloso por lo de la memoria y la foto. Lo conté a mi padre. Me dijo: niño, lo que tienes que hacer es estudiar y parecerte al hijo del cohetero. Esta semana he leído que Juan López Martos, el hijo del cohetero, ha sido nombrado director del Instituto del Agua de Andalucía.

Uno, que es de Motril, y ha tenido a este hijo como ejemplo en casa, se alegra de este reconocimiento, después de la que le hicieron. Sin embargo, también he leído que a una mujer que le concedieron el DEI (Declaración Eclesiástica de Idoneidad) la han despedido. Lo ha decidido el delegado episcopal de Enseñanza en Almería. Era profesora de religión en un colegio público. Motivo, dicen, haberse casado por lo civil. Para entendernos, como Álvarez Cascos en Córdoba, pero en Almería y sin ser ministra.

De todas formas, llegados a este tipo de comportamientos, no estaría de más que se preguntaran estos curas si los profesores, además de enseñar lo del Templo y los fariseos, tienen la obligación de transmitir la fe y mostrar su intimidad, cuando su intimidad es suya, y la fe un don de cada persona, según manda la Iglesia que tolera el despido.

A lo mejor este despido, además de prohibido por discriminación en la LET, también podría tener cabida en el Código Penal. El fiscal sabrá si se trata de una grave discriminación en el empleo por razón de la situación familiar (artículo 318 del CP) o no. Sepa, o no sepa, es cosa suya, y algo de todos. Además, si tiene dudas, puede consultar a su jefe, que es Cardenal, y sabrá de aquí y de allí.

En cualquier caso, lo que sí resulta sorprendente es que en la cárcel siga teniendo cabida Barrionuevo; en el banquillo la haya tenido el absuelto, por inocente, López Martos, y los alcaldes del PER y, en el paro, los casados por lo civil. Y lo más sorprendente: todo pagado por la izquierda, cuando tenemos dos manos.

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