Refugiados y amor

A finales de los años noventa, el departamento cinematográfico de la cadena de televisión británica BBC puso en marcha un ambicioso programa. Producir películas a nuevos directores de diferentes países con una total libertad dentro de unos presupuestos reducidos. La primera de estas producciones en traspasar nuestras fronteras es Last resort y constituye una grata sorpresa.

Primera película de ficción del reputado documentalista polaco Pawel Pawlikowski, Last resort entronca con la larga tradición del cine realista británico, que comienza casi al mismo tiempo que el sonoro. Sin embargo, logra aportar un cada vez más necesario tono personal, que le hace parecer muy diferente, sin dejar de ser lo mismo.

En tan sólo 75 minutos expone el drama de los emigrados, plantea una peculiar historia de amor dentro de una narración bilingüe y hace un convincente retrato femenino. Además lo realiza de tal forma que cada una de sus facetas se convierte en el reflejo de las otras para resaltar más el conjunto.

La historia de la joven y atractiva mujer que llega de Moscú a Londres, con su hijo de 10 años, para encontrarse con un novio inglés que ha prometido ocuparse de ellos, pero ni aparece por el aeropuerto a buscarlos ni da señales de vida, se convierte en el drama de tantos refugiados del Este que llegan a los países más ricos de Europa en busca de una vida mejor, pero se encuentran con múltiples dificultades burocráticas para el desarrollo de su sueño.

Sin embargo, Last resort no sólo plantea el drama de unos personajes que para que les dejen entrar en el país tienen que definirse como refugiados políticos y acabar viviendo en un peculiar gueto, una torre de apartamentos situada en un lugar turístico desierto en invierno, sino una peculiar historia de amor.

Las relaciones entre una mujer atractiva, joven y enamoradiza, que no sabe cómo sobrevivir en un país desconocido, y el único hombre amable que se ocupa de ella. Pawel Pawlikowski mezcla el documental, que domina, con la ficción, que desconoce, para dar lugar a un cuadro de denuncia social y a una historia de amor.