BARENBOIM QUIERE ROMPER TABÚES
Daniel Barenboim, director de la Orquesta Sinfónica de Chicago, tiene previsto dirigir este verano en Jerusalén un programa con obras de Richard Wagner, el músico favorito de Hitler. Sus planes han provocado un terremoto cultural en Israel, donde Wagner y holocausto van de la mano. El lunes, Barenboim recibió una carta de los organizadores del festival en la que le pedían que renunciara a presentar el 7 de julio el primer acto de La valquiria, con Plácido Domingo en el escenario y la Staatskapelle de Berlín en el foso. 'No tengo nada que reconsiderar', ha declarado el director al Chicago Tribune desde la capital alemana, donde ahora se encuentra. 'No podemos olvidar que en Israel viven 350.000 supervivientes del holocausto. No hay que obligar a escucharlo a gente que establece la asociación. Pero tampoco se debería impedir escucharlo a quienes desean hacerlo', dice el músico nacido en Argentina de familia judía rusa. El próximo otoño, Barenboim va a dirigir un festival Wagner de tres semanas en Chicago. 'Hay que escuchar a Wagner porque es musicalmente importante', mantiene. 'Creo que es un principio democrático que la gente que quiera escucharlo lo pueda hacer'. El director acatará lo que decidan los organizadores y presentará los otros dos programas previstos en el festival con independencia de lo que ocurra el 7 de julio. Barenboim piensa que mantener el tabú de Wagner es una concesión a la ideología nazi. En 1991 dirigió, casi de forma clandestina en Tel Aviv, un programa exclusivo del gran músico germano. Fue ante 600 personas invitadas expresamente para la ocasión.
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