Pujol quiere refrendar su pacto con los populares en una reunión con Aznar

Aznar y el secretario general del PP, Javier Arenas, coincidieron el martes, en la reunión del Consejo Ejecutivo Nacional del partido, en advertirle al presidente de la Generalitat de que puede seguir gobernando en Cataluña gracias al apoyo de los 12 parlamentarios conservadores. Ni Aznar ni Arenas han comprendido el tono de las declaraciones de Pujol, quien a la mañana siguiente de las elecciones en Euskadi se felicitó públicamente por la 'clara, rotunda e inapelable derrota de la cruzada antinacionalista', en clara referencia al PP y a los socialistas vascos. Creen que con una felicitación al PNV hubiera bastado.

A pesar de que Aznar y Pujol hablaron por teléfono tras los comicios, las relaciones entre CiU y PP han sufrido un cierto enfriamiento. Prueba de ello es la actitud que los populares mantuvieron ayer en el pleno del Parlamento catalán, ocultando hasta el final a los nacionalistas el sentido de todas sus votaciones, aunque nunca llegaron a castigarles. Los diputados de CiU no podían ocultar su nerviosismo.

El malestar en la dirección de Convergència i Unió es más que evidente. Por este motivo, los colaboradores más próximos a Pujol le recomendaron que mantuviera una entrevista personal con Aznar. La razón de esta reunión la resumió ayer un dirigente de CiU: 'Al menos, queremos saber de qué moriremos'.

Los nacionalistas quieren conocer si pueden o no contar con los votos del PP hasta el final de la legislatura. A Pujol le interesa que así sea, porque de esta manera los nacionalistas dispondrán de más tiempo para preparar la candidatura de Artur Mas a la presidencia de la Generalitat en 2003. Además, los dos partidos todavía deben poner en marcha la federación, que será efectiva tras un congreso extraordinario de Convergència en diciembre.

Aznar y Pujol se entrevistarán en las próximas semanas, previsiblemente a principios de junio. Ayer, desde presidencia de la Generalitat se intentaba restar trascendencia a esta entrevista y desvincularla de la debilidad parlamentaria de los nacionalistas. Estas fuentes recordaron que el año pasado ambos dirigentes ya mantuvieron una reunión antes del verano.

Además del apoyo del PP a CiU en Cataluña, Pujol también se interesará por el nuevo sistema de financiación autonómico, cuyas negociaciones deben concluirse antes de septiembre, cuando el Gobierno debe presentar ante el Congreso los presupuestos general de 2002. Asimismo, ambos analizarán el próximo curso parlamentario y las leyes que el Gobierno quiere sacar adelante.