Turquía mantiene su bloqueo a la cooperación entre la UE y la OTAN
Ankara exige participar en el Eurocuerpo
Turquía sigue cerrada en banda y mantiene su bloqueo a que la Unión Europea (UE) tenga acceso a los medios militares de la OTAN para desarrollar su futura fuerza de reacción rápida (60.000 soldados), que debe estar operativa a partir de 2003 para misiones humanitarias y de gestión de crisis. Los ministros de Exteriores y de Defensa de los Quince, reunidos el lunes y martes en Bruselas, no lograron persuadir a sus homólogos turcos. Lo que en un principio el año pasado representó un problema de fácil solución se ha convertido en un contencioso que los europeos no saben ya cómo resolver ante la cerrazón de Ankara, deseosa de tener algo más que un papel consultivo a la hora de enviar esta futura eurobrigada a misiones de paz.
Los Quince creen que el tema debe ser resuelto en el seno de la Alianza Atlántica y hacen votos para que la nueva Administración norteamericana se involucre tanto como la anterior a la hora de persuadir a Turquía. 'Aún hay tiempo', declaró ayer el ministro de Defensa sueco, Björn von Sydow, al afirmar que hasta el año 2003 no está previsto ningún ejercicio conjunto entre la UE y la OTAN.
El ministro turco de Asuntos Exteriores, Ismail Cem, que ayer e entrevistó con el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, afirmó que su país quiere lograr un acuerdo, pero no a costa de quedar marginado en la decisión.
Por otro lado, Solana se reunió a última hora de ayer con el ministro de Asuntos Exteriores libio, Abdurrahman Mohamed Shalqam, que se encuentra en Bruselas participando en la Conferencia Mundial de Países Menos Adelantados, organizada por la ONU. Durante el encuentro, ambos repasaron la actual situación libia y el apoyo de Trípoli a un relanzamiento del proceso de cooperación mediterránea iniciado en la Conferencia de Barcelona, en 1995. La entrevista se produjo justo el mismo día en que fuentes judiciales alemanas revelaron en Berlín que el líder libio, Muammar Gaddafi, ha admitido que Trípoli ordenó en los años ochenta diversas operaciones terroristas, entre ellas el atentado de Lockerbie y la explosión de una bomba en una discoteca berlinesa.
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