Cajas
El Banco de España ha detectado anomalías en la gestión de las Cajas de Ahorros El Monte y San Fernando. El conocimiento de que la autoridad monetaria ha cuestionado la política inversora de las entidades ha propiciado un espectáculo curioso de adhesiones. Es lo de menos, aunque no deje de resultar inquietante la manera de colocarse. Lo importante es que llegados a este punto es imposible que las cosas queden así. Desde la Junta, directamente aludida por los presidentes de las cajas y aun más, acusada de haber filtrado un informe que desde luego no les favorece precisamente, y desde el PSOE regional, todo parece indicar que quieren llegar al fondo del conocimiento de lo que pasa en las cajas. El PSOE de Sevilla aparece como elemento exótico en medio de la unanimidad. El Banco de España en su informe avisa de una peligrosa política de inversiones por encima de los recursos, y los presidentes de las cajas responden al conocimiento público del contenido del informe alertando al presidente de la Junta sobre un supuesto ataque para desestabilizar el sistema financiero andaluz.
Todo lo que viene ocurriendo desde que la idea de la caja única surgió como modelo financiero de futuro, es una historia de resistencias que aparecen en demasiadas ocasiones como interesadas. No es el momento de defenderse con retórica, es el momento de que quienes han sido tan directamente señalados por la autoridad monetaria española se presten a la información transparente, o bien de que quien tiene el poder de hacerlo ponga en marcha la inspección que aclare todo lo cuestionado por el Banco de España. Desde el PP, su secretario general, Antonio Sanz, habla de intercambio de acusaciones entre los presidentes de las cajas y la ejecutiva regional del PSOE y asegura que todo se debe a problemas internos del partido, ya que hay una parte del PSOE que quiere la fusión de ambas cajas y otra que no la quiere, y ya puesto, la parte que está contra la fusión, según Sanz, quiere también que fracase el acuerdo firmado por el presidente Chaves y Teófila Martínez. Son ganas de distraerse, porque el señor Sanz también debería centrarse en lo esencial, es decir, en la necesidad de que se sepa qué pasa, qué ha pasado, cómo están y en qué condiciones afrontan el futuro las dos cajas de ahorro sevillanas. Todo lo demás es distraerse.
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