Coulthard se impone en Austria
El escocés supera a Schumacher y Barrichello, que invierten sus puestos por orden de Ferrari
Muchas cosas están cambiando en el Mundial de fórmula 1. El predominio de los últimos años de Ferrari y McLaren Mercedes muestra algunas fisuras por las que se cuelan otras escuderías propiedad de potentes marcas automovilísticas. El resultado es un interés creciente porque el título ha dejado de ser un asunto entre dos, o al menos uno de los nombres ha cambiado. Mika Hakkinen dejó ayer de entrar en la lucha por la corona mundial después de su segundo fracaso consecutivo (su coche no arrancó en la salida y tuvo que retirarse) y tras haber sumado solamente cuatro puntos en las seis primeras carreras.
Ahora, el duelo está centrado en Michael Schumacher (Ferrari) y el piloto escocés de McLaren David Coulthard, que ayer ganó su segunda carrera del año (se había impuesto ya en Brasil) y la 11ª en la F-1, y que parece dispuesto a consolidar la posición de líder en su escudería que le otorgan los 38 puntos que ha conseguido hasta ahora. Está aún a cuatro del alemán, que ayer tuvo que recurrir a las órdenes de equipo para concluir en segunda posición. Rubens Barrichello, segundo hasta las postrimerías de la carrera, fue cediendo terreno, a falta de cuatro vueltas para la conclusión, para que su jefe de filas pudiera quedarse con los seis puntos del segundo clasificado. Al brasileño le quedaron cuatro, dos menos de los que había merecido.
La carrera estuvo marcada por múltiples incidentes que fueron modificando su curso. Ya en la salida, cuatro coches, los dos Jordan de Frentzen y Trulli, el Sauber de Heidfeld y el McLaren de Hakkinen se quedaron parados por fallos en los sistemas automáticos de salida. 'Hay que revisarlo todo', indicó Hakkinen. 'Aún no sé cuál fue la avería. No puedo negar que estoy muy decepcionado'.
En cambio, el mismo automatismo permitió a los dos bólidos de BMW Williams, el de Juan Pablo Montoya y el de Ralf Schumacher, adelantar a los Ferrari y copar las dos primeras posiciones tras la primera curva. Sin embargo, la suerte les volvió la espalda. Ralf Schumacher comenzó pronto a tener problemas, y se fue quedando sin frenos en la parte trasera de su bólido. Montoya mantuvo el liderato hasta la 15ª vuelta, pero luego, en un perverso intento por mantenerse en cabeza, se salió de la pista en una curva y obligó a Michael Schumacher a pisar también la arena cuando el alemán intentaba adelantarle. Los dos demostraron su calidad y su velocidad de reflejos, puesto que, a pesar de lo inesperado de la maniobra, evitaron tocarse y pudieron seguir en carrera.
Habían transcurrido 16 vueltas. Aquel incidente supuso un cambio importante de decorado, puesto que dejó en cabeza a Barrichello, a Verstappen (Arrows) en segunda posición y, pisándoles los talones, a Coulthard en tercer lugar. Sin embargo, la explosión de Verstappen quedó rápidamente al descubierto cuando sólo ocho vueltas más tarde se vio obligado a pasar por boxes para repostar: sus depósitos no estaban llenos cuando tomó la salida. Y aunque al final consiguió sumar su primer punto del campeonato, quedó fuera de la lucha por el triunfo.
La batalla se centró en Barrichello, Coulthard y Schumacher, ya más retrasado, y se decidió en los talleres. Schumacher entró en ellos en la vuelta 46ª, tardó 8,7 segundos en su parada y recuperó pista en la misma posición. Barrichello lo hizo una vuelta después e invirtió 9,2 segundos, dejando el primer puesto a Coulthard. Cuando le tocó el turno al escocés (49ª vuelta), su repostaje fue rapidísimo y regresó a la pista como líder.
'Creo que fue una carrera preciosa y me siento muy orgulloso de haberla ganado. Acertamos con la estrategia', comentó Coulthard.
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