Figuras anunciadas con divisas supuestamente 'duras', principal novedad del abono madrileño

'Lo importante [en los carteles de la feria de San Isidro] es que ninguna de las figuras se ha librado de hacer su gesto', dice el empresario de la madrileña plaza de Las ventas. José Luis Lozano, a modo de resumen.

El nombre de José Tomás luce al lado del de Adolfo Martín; el de El Juli, con el de Guardiola; Joselito se reserva para sí los pablorromeros de Partido de Resina y también se apunta junto a Tomás a lo de Adolfo Martín, y Ponce sólo acude a Las Ventas para medirse con los toros de la divisa de Dolores Aguirre.

¿El mundo al revés? 'Y tanto. No sé si por suerte o por desgracia, señal de que tengo muchos años, pero he visto todos los sanisidros desde que se creara la feria. Tengo que decir que nunca había pasado una cosa así', comenta Lozano.

Diplomáticamente, el empresario de Las Ventas no quiere dar el nombre del primero que dio el paso y, de un plumazo, puso a lo más granado del escalafón ante la responsabilidad de no quedar al descubierto. 'La verdad es que no ha habido un primero. Han sido todos a la vez, al unísono. ¿Que a qué se debe tanta unanimidad? Pues no sé. Quizá la afición. A Madrid hay que venir convencido de que es otro nivel de exigencia, y creo que las figuras son plenamente conscientes de ello'.

La feria del reencuentro

Sea como sea, lo cierto es que esta feria está marcada por el reencuentro. A la vuelta de Ortega Cano, Jesulín de Ubrique o el mejor Curro Vázquez se suma el regreso de un José Tomás triunfante en Sevilla y un Joselito lanzado a la más genuina reivindicación de su figura.

Los dos últimos diestros, Joselito y Tomás, acuden a la feria de San Isidro tras su ausencia del año pasado por culpa del conflicto abierto por las corridas televisadas en directo y el dinero de los derechos de imagen que generan. En la feria madrileña de 2000 (y en las de Valencia, Sevilla y Bilbao, entre otras) se negaron a ser televisados.

Todo ello, sin olvidar la presencia del torero con mejor cartel taquillero en los últimos años: El Juli. Quizá sólo falta el triunfador de la pasada edición de San Isidro, que fue El Califa.

'Aquí', señala José Luis Lozano con referencia al mencionado espada, 'creo que ya se ha dicho todo. Si no se quiere ir a un sitio, hay muchas maneras de hacerlo. 'Una de ellas ha sido precisamente la que ha utilizado El Califa: pedir una suma de dinero inasumible. No es cierto que Enrique Ponce le hubiera echado de la corrida de Dolores Aguirre como han afirmado algunos'.

'El único punto de desacuerdo', añade Lozano, 'ha sido el dinero. Es más, El Califa tampoco ha querido ir a la corrida de la Beneficencia', dice el empresario, en referencia a una cita que cae exclusivamente bajo la responsabilidad de la Comunidad de Madrid, ya que es la organizadora del tradicional festejo.

Una fiesta castigada

Para el gerente de la plaza de Las Ventas durante los últimos 12 años, lo que se vivirá a partir de hoy en este coso es la mejor defensa de una fiesta duramente castigada este año.

'Primero', señala Lozano. 'tuvimos un invierno de diluvio; luego, el mal de las vacas locas; después, la fiebre aftosa... Sin embargo, con estos carteles que anuncia la feria se acabaron los males. Se está viviendo un regreso a los orígenes, a lo mejor de los orígenes. La prueba evidente de que esto va para arriba es el número de gente que llama para pedir entradas. No damos abasto. Peor o mejor, según se mire, pero más que nunca'.