SÓLO CABEN DOS EN LA CASA DEL ALCALDE

Tres pueden ser algo más que multitud, especialmente si viven bajo el techo de la Mansión Gracie, la residencia oficial del alcalde de Nueva York. Eso es al menos lo que piensa la mujer de Rudolph Giuliani. Donna Hanover ha pedido al juez que tramita su divorcio con el regidor neoyorquino que impida a la novia de su marido acceder al interior del 'domicilo conyugal'. La cuestión no es baladí, ya que la residencia del alcalde es, además, un lugar público donde se celebran actos municipales. 'Si el tribunal decide que la Mansión Gracie es un domicilio particular, sentaría un peligroso precedente', declaraba ayer al diario The New York Times el abogado de Giuliani, Raoul Felder. Tras 16 años de matrimonio, el alcalde neoyorquino admitió el año pasado que mantenía una relación íntima con Judith Nathan, una antigua directora de ventas de una compañía farmacéutica que se ha convertido en una acompañante tan asidua de Giuliani que también goza de protección personal. Aun así, Nathan vive en su apartamento, mientras que Giuliani y su mujer siguen compartiendo la residencia oficial del alcalde, junto a sus dos hijos, Andrew, de 15 años, y Caroline, de 11. De momento, y hasta que no se resuelva el divorcio, la novia del alcalde va a tener dificultades para ocupar la habitación de invitados.-