De los golpes en la Cibeles a la entrada en la Complutense

El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, llegó de un puesto similar en Navarra precedido de una fama de duro. Tomó posesión el 17 de mayo de 2000. Nueve días después ocurrió la primera actuación polémica del Cuerpo Nacional de Policía: la celebración de la victoria de la octava copa de Europa por el Real Madrid en Cibeles se saldó con una batalla campal entre policías e hinchas. Se contaron 230 heridos, de los cuales 55 fueron policías. Ansuátegui aseguró entonces que los agentes 'actuaron para evitar que la situación se radicalizara'. La oposición (IU y PSOE) calificó la labor policial de 'indiscriminada y abusiva'.

El 13 de junio, los grupos políticos de la oposición volvieron a criticar la actuación de la policía, que evitó contundentemente que un grupo de vecinos del barrio de Santa Eugenia se manifestara contra el trazado de la M-45.

El 29 de junio, los agentes disolvieron a porrazos y empujones otra manifestación, compuesta por 300 personas que pedían en Atocha transporte público gratuito.

Los malos modos policiales volvieron a quedar patentes el 13 de enero pasado, cuando la policía disolvió a patadas una concentración de 200 estudiantes del instituto San Fernando. Los alumnos protestaban contra la instalación de un reformatorio en las proximidades de su centro. Uno de los estudiantes resultó contusionado al protegerse de una patada en el pecho propinada por un agente de la Unidad de Intervención Policial (antidisturbios).

'Como a delincuentes'

El 28 de marzo, una sentada en las escaleras del Congreso, organizada por un grupo que reclamaba la condonación de la deuda externa de los países pobres, acabó con una dura carga policial. El PNV y el PSOE aseguraron entonces que el delegado del Gobierno en Madrid 'trata a los manifestantes como delincuentes'. El 17 de abril pasado, el ministro del Interior, Mariano Rajoy, del PP, reconoció en el Congreso que algunas de las actuaciones de la policía en Madrid habían sido 'fuertes'.

El último de los episodios polémicos de la policía bajo mando de Ansuátegui ocurrió el 24 de abril. Ese día, agentes del Cuerpo Nacional de Policía, requeridos por las autoridades académicas, desalojaron a un grupo de 50 estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense que había ocupado uno de los laboratorios de microfilmación con la intención de utilizarlo como aula socio-cultural. Según un portavoz de la Complutense, la actuación de la policía fue 'fuerte pero sin violencia'. Los estudiantes aseguraron que los agentes 'pegaron a la gente'. Y añadieron: 'Hubo patadas, tirones de pelo y golpes'.