'En El Ejido están creando unos guetos que van a ser explosivos'
Gálvez, el periodista que se adentra en los rincones más sórdidos del mundo contemporáneo, vuelve a la carga. Jorge M. Reverte (Madrid, 1948) acaba de publicar Gálvez en la frontera (Alfaguara), la cuarta novela de este personaje tras Demasiado para Gálvez (1979), Gálvez en Euskadi (1982) y Gálvez y el cambio del cambio. Reverte presentó ayer su novela en Sevilla.
Pregunta. Arturo Pérez-Reverte, Javier Reverte, Jorge M. Reverte... Un apellido no demasiado común parece predestinado para periodistas que también son escritores.
Respuesta. Es un apellido que no abunda. En el caso de Javier, hay que tener en cuenta que somos hermanos.
P. ¿Le confunden mucho con los otros Revertes?
R. Es algo anecdótico. Son confusiones no graves. Estoy dispuesto a firmar cualquier libro que me pasen de Javier. Una vez, otra persona presentó a Javier como Jorge Pérez Reverte.
P. Sam Spade, Philip Marlowe, Poirot, Nero Wolfe, el padre Brown, Carvalho... ¿Se parece alguno de ellos a Gálvez?
R. Intento que ninguno se parezca a él. Gálvez no tiene madera de arreglar el mundo. Es un héroe a su pesar. Se convierte en un héroe porque las circunstancias le obligan. Es un héroe desde el punto de vista de que se enfrenta a cosas que le superan.
P. ¿Es posible un periodista como Gálvez en la España de hoy?
R. Sí, porque Gálvez sabe cómo son los procedimientos periodísticos para hacer las cosas bien. Las nuevas tecnologías son trivialidades comparadas con eso. Estos procedimientos periodísticos básicos son el contraste de las noticias, el equilibrio, la consulta de fuentes, la escritura fría y con los menos adjetivos posibles...
P. Gálvez siempre se enfrenta a problemas candentes. Esta vez es la inmigración ilegal.
R. La inmigración ilegal y las nuevas tecnologías. Son las dos caras de este universo globalizado. Una es la cara triunfante y la otra es la cara de la miseria. El nuestro es un mundo que está globalizado. ¿Por qué vienen aquí los ecuatorianos? Porque no les dejamos vender plátanos. Los europeos hemos arruinado la economía ecuatoriana.
P. ¿Cuál es la actitud de la sociedad y las instituciones españolas ante el problema de los inmigrantes?
R. Algunos sectores de la sociedad española están intentando saber tratarlo. Por ejemplo, los empresarios del sector de la fresa de Huelva. En cambio, en El Ejido están creando unos guetos que van a ser explosivos. El Gobierno demuestra una falta de habilidad increíble. El Gobierno debería asumir que este problema no se soluciona por la vía represiva, que España es un país rico y que debe destinar recursos para resolverlo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.