"Necesito jugar más que nadie"
Morientes reivindica su papel resolutivo y compite con Guti por un puesto en la delantera
Se le notaba ayer a Morientes la vena de competidor nato. Se pasó todo el tiempo luchando por mostrarse ante Del Bosque en el entrenamiento. Un ensayo en el que a ojos del técnico comenzó a dirimirse la delantera que formará en Múnich. Raúl tiene una contractura, pero dice que quiere jugar y su puesto no se discute. Y junto a Raúl, Morientes o Guti completarán la delantera. Dos jugadores que ayer saltaron al césped de la Ciudad Deportiva mirándose por el rabillo del ojo. Guti con el peto y con su habitual suficiencia, y Morientes esforzándose sudoroso y barbudo. Guti más bien solo en su duelo por demostrar que vale como goleador. Morientes animado por alguna caricia en la cabeza por parte de Hierro, su marcador en el partidillo de seis contra seis. Enfrentados a brazo partido por el puesto vacante, los dos vivieron momentos de tensión. Como en un centro de McManaman desde la izquierda que Guti despejó con la mano antes de que llegara Morientes a cabecearlo. "¡Ehhh!", gritó irritado Morientes, haciéndole señas a Del Bosque, en la banda. "¡La ha tocado con la mano!".
Fernando Morientes jadeaba, maldecía sus fallos, su falta de finura física. El Moro luchaba ayer por cada balón en el entrenamiento previo al despegue del Real Madrid hacia Alemania. En los últimos días se ha convertido en la obsesión de un sector del madridismo, que ve su regreso como una tabla de salvación. Es el único delantero centro en la plantilla y aunque no ha superado los diez goles esta temporada, entre Liga y Liga de Campeones sabe que un jugador con sus cualidades sería muy necesario para enfrentar mañana al Bayern en un partido que demanda acciones épicas. Es preciso una victoria, algo que ningún visitante ha conseguido nunca en el estadio Olímpico de Múnich.
¿Necesita el Madrid que juegue Morientes? "El que necesita jugar más que nadie soy yo, porque tengo ganas", disparó el delantero apenas aterrizado en Múnich. "Si he venido es porque estoy en condiciones de jugar el partido. El año pasado no pude y para cualquier futbolista es importante hacerlo en este estadio, en unas semifinales de Copa de Europa".
En el partido de ida, la semana pasada, Morientes no fue convocado por lesión y el Madrid no encontró quién definiera sus numerosas llegadas al área de Kahn. El delantero toledano sufre una osteopatía de pubis y hace cinco meses que no se entrena con plenitud. Salta menos, ha perdido velocidad y fuerza explosiva y es muy raro verle hacer el típico sprint corto del delantero centro para pillar pelotas en el área. En ese estado siguió mostrándose ayer en la Ciudad Deportiva. Cierto es que metió varios goles, pero siempre fue para rematar centros clavados a su cabeza o a su pie. En cualquier caso ¿será necesario alinearle aún a media máquina? "Hay que estudiar mucho la situación", dijo el técnico, Del Bosque, con tono escéptico, pues no está seguro del rendimiento que puede ofrecer Morientes. "Lo que dice la prensa y la realidad del equipo son cuestiones distintas". Otras fuentes del club señalan que ven al delantero "sin suficiente confianza" ante los dolores de pubis que ha sufrido en los últimos meses y que le han tenido al borde del quirófano.
Tras el entrenamiento en el campo, Morientes estuvo casi dos horas en la clínica del Madrid, haciendo lo que el médico, el doctor Alfonso del Corral, definió con un eufemismo: "Tratamientos de medicina avanzada para recuperarse". Al salir, con la barba afeitada y habiendo borrado las señales de agobio que daba en el campo, Morientes dijo que estaba en plena forma: "Estoy bien, para jugar desde el principio".
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