La obsesión por comparar Barcelona y Madrid
Quienes aseguran que Barcelona tiene un transporte público malo lo hacen, en parte, motivados 'por la obsesión de compararse con Madrid'. Mal asunto, aseguró ayer Jordi Pujol en el Colegio de Ingenieros de Caminos, y como ejemplo de la bondad del transporte barcelonés citó varios casos, en su mayoría tomados del servicio de Cercanías de Renfe, que depende del Ministerio de Fomento.
Luego Pujol citó un estudio de ADAC (club alemán de automovilistas) que coloca a Barcelona en el primer lugar de Europa. Ese estudio, sin embargo, no incluye Madrid.
Pujol siguió la línea iniciada el pasado miércoles por el conseller en cap, Artur Mas, consistente en negar que las inversiones de Madrid en transporte público sean mayores que las de Barcelona.
Casualmente, el pasado viernes unos diputados socialistas analizaban las cantidades de las dos comunidades autónomas: la de Madrid destinó 459.903 millones de pesetas a infraestructuras en el pasado año (90.330 pesetas por habitante); Cataluña se quedó en 298.803 millones (48.595 pesetas por habitante).
