EE UU organiza desfiles de moda para mostrar a los niños en adopción
A mitad de camino entre la exaltación de la belleza infantil y la humillación, Estados Unidos ha puesto en marcha un nuevo sistema de mostrar niños para posibles adopciones: los desfiles de moda infantil. El sistema es sencillo. Se trata de organizar pases de moda de temporada en los cuales los modelos son niños huérfanos que viven en una institución y que buscan unos padres adoptivos.
La mayoría de los asistentes a los desfile son padres ansiosos por adoptar un niño pero que no están dispuestos a escoger a cualquier niño. Padres que quieren ver directamente muchos pequeños para elegir el que más les guste. Los organizadores de este sistema no se han complicado mucho la vida y han recurrido al tradicional shopping mall, es decir, al clásico gran centro comercial que, especialmente durante el fin de semana, se convierte en núcleo de reunión de los vecindarios cercanos.
Los pioneros de esta práctica han sido los ciudadanos de Nashville, en el estado de Tennessee, donde el sábado presentaron la moda de otoño de un conjunto de tiendas representadas en el centro comercial. El desfile estuvo patrocinado por el Centro para la Adopción de la ciudad y en el mismo participaron niños de entre tres y quince años de edad.
Como en un escaparate
Entre los pequeños participantes los había felices, ansiosos, avergonzados e incluso renuentes a participar en un evento de estas características. Uno de los niños declaraba: 'Los más mayores que participamos nos sentimos como si estuviéramos en el escaparate de un zoo esperando a ser comprados'.
Sin embargo, los organizadores consideran que la idea es un completo éxito porque permite a los posibles padres ver a los niños al natural y en acción y a los muchachitos les evita la sensación de estar siendo mostrados a sus potenciales padres como en una trata. Dicen que estos desfiles de moda no son más que una versión avanzada de las 'fiestas para adopción' que son habituales en EE UU desde que se aprobó en 1997 una ley que permite acelerar los procesos de adopción.
Los que defienden esta práctica, como Mady Prowler, portavoz del Centro Nacional de Adopción en Filadelfia (Pensilvania) -que organiza varias fiestas con este propósito cada año- creen que este sistema permite a los potenciales padres observar durante un buen rato a los niños. En su opinión, este sistema ha demostrado ser bastante mejor que otros y por supuesto mejor que el de los vídeos que que resultan muy fríos.
Pero los que creen que esta técnica es lo más parecido a una trata de niños, dicen que hay buscar fórmulas que eviten que los pequeños se sientan 'expuestos y rechazados'. Patrick Murphy, que trabaja en el Departamento de Public Guardian del estado de Illinois, cree que para evitar estos rechazos -o al menos que los niños los perciban- el del vídeo es un buen método porque impide que los menores se creen expectativas respecto a una posible adopción y, por tanto, sientan menos el rechazo.
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