Un letrado liberal que el PP convirtió en su nuevo líder de Aragón
Manuel Giménez Abad, de 52 años, natural de Jaca (Huesca), casado y con dos hijos (Manuel, el que le acompañaba ayer al fútbol y otro mayor que estudia en Francia con el programa Erasmus), era presidente del PP de Aragón desde hace tres meses. El PP creía haber encontrado entonces, cuando le proclamó máximo responsable del partido en esa comunidad el pasado 24 de enero, a su futuro líder y candidato autonómico en este letrado de las Cortes regionales, pescador y senderista. Y eso que Giménez Abad llevaba poco más de dos años como militante.
Giménez Abad era, sobre todo, un 'aragonés'. Había nacido en Jaca (Huesca) el 4 de diciembre de 1948 y de ese agreste paisaje le quedaron grabadas dos de sus grandes aficiones personales, la pesca y el montañismo. Se licenció en Derecho por la Universidad de Navarra y luego sacó las oposiciones de letrado de las Cortes de Aragón. Desde esa posición inició una carrera de alto nivel profesional siempre ligada a esa institución autonómica.
Salto a la política
En 1995 dio el salto a la política como independiente convirtiéndose en el consejero de Presidencia de Santiago Lanzuela, el entonces presidente autonómico del PP. Fue al final de esa legislatura cuando decidió afiliarse a ese partido, desde una procedencia ideológica liberal. La amistad que siempre le unió con Lanzuela se deterioró en los últimos meses, cuando distintos sectores del PP aragonés, siempre muy enfrentados, le presionaron para que encabezase el relevo y una presidencia de consenso. Asumió ese papel a regañadientes. Desde hace un año era senador por designación autonómica.
El PP se estaba tropezando en Aragón con dos problemas en los últimos años, que se acentuaban con el tiempo. Desde que Lanzuela perdió las últimas elecciones autonómicas a pesar de encabezar la lista más votada, tras una alianza de última hora entre el PSOE y el Partido Aragonés Regionalista, los populares carecían de un liderazgo con futuro. Situación que se agravó cuando la alcadesa de Zaragoza, Luisa Fernanda Rudi, cedió su bastón hace ahora un año a José Atarés (también en el objetivo de ETA) para encargarse de la presidencia del Congreso. El otro muro con el que chocaba el PP de Aragón y Giménez Abad era su complicada posición favorable al Plan Hidrológico Nacional.
El PP cambió de líder en Aragón en enero y concedió a Giménez Abad un año para encauzar el partido y asentar su autoridad ante las próximas elecciones autonómicas a las que estaba llamado como candidato. Había pasado poco tiempo, pero dirigentes populares de todos los sectores confirmaban ayer que lo estaba consiguiendo. Tanto unirles como proyectar su figura.
El PP, con la coordinación semanal en Madrid de Giménez Abad, estaba a punto de comenzar una campaña publicitaria en Aragón para explicar las mejoras del Plan Hidrológico.
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