Rusia ofrece a España inversiones por valor de 400.000 millones
El plan está centrado en la construcción de dos centrales eléctricas
El contrato más jugoso de toda la lista es el de la construcción de la central térmica de Novosibirsk, que se pretende convertir en una de las mayores productoras de energía de toda Rusia. El volumen de inversión necesario se estima en 1.200 millones de dólares (222.000 millones de pesetas). El proyecto de la isla de Sajalín, asciende a 293 millones, e incluye el cambio del equipamiento obsoleto y la transformación para la utilización de gas.
En el terreno industrial, la oferta más notable, que implica una inversión de 300 millones de dólares, es la de la construcción en la república siberiana de Buriatia de un nuevo helicóptero de tipo medio de la marca Kamov que, según los cálculos preliminares, permitiría conquistar el 60% del mercado europeo de ese segmento.
En la oferta rusa hay un poco de todo: el desarrollo de la infraestructura turística de las ciudades histórico-artísticas del Anillo de Oro que rodea Moscú; el desarrollo de un nudo de transporte acuático en la región de Krasnodar; la construcción de una empresa de placas de madera fibrosa en Nóvgorod; la creación de una conservera de pescado en Ojotsk (región de Jabarovsk); la producción de un nuevo tipo de radar en Cheliabinsk y la producción de salsas, productos lácteos, abonos, frigoríficos o artículos eléctricos.
Rato prometió que la parte española estudiará detenidamente la oferta antes de someterla a los empresarios españoles que puedan estar interesados en entrar en el mercado ruso, hacia el que, de momento, miran con extrema precaución, si no con miedo. Eso hace que las inversiones directas sea escasas, tan sólo 100 millones de dólares en 2000.
Rato lo explicó por la concentración en la Unión Europea, y puso el ejemplo de que las inversiones en Portugal superan a las de América Latina.Más que una oferta directa a España, la lista entregada por Jristenko parece un catálogo de proyectos en los que Rusia busca inversor, lo que, llegado el caso, obligaría a competir con otras empresas.
El viceprimer ministro entregó además a Rato una segunda relación, con 10 proyectos, en los que la colaboración con empresas españolas está más avanzada. Entre ellos figuran la creación de una empresa conjunta con Talgo para la producción de intercambiadores de ruedas, así como para la fabricación de trenes de alta velocidad; la participación de Indra para organizar el control de vuelos en los aeropuertos y suministrar equipos de navegación aérea; la colaboración de Técnicas Reunidas para la construcción de empresas transformadoras; y la construcción de barcos por Astilleros de Huelva, tanto en Rusia como en España.
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