Se hunde un estadio en Irán

Varios centenares de personas resultaron ayer heridas -según algunas informaciones no oficiales, al menos entre cinco y 20 de ellas podrían haber muerto y muchas más estar muy graves- al venirse abajo una tribuna del estadio de fútbol Mottaqi, de Sari, una ciudad situada al norte de Irán, en el que 25.000 estaban presenciando el encuentro de la Primera División entre el Piruzi, un equipo de la capital, Teherán, y el Chamuchak, de Nochahr.

El campo tiene una capacidad oficial de 15.000 espectadores, muchos menos de los asistentes al partido, y según los testigos directos las numerosas personas que huían despavoridas en todas las direcciones obstaculizaron las operaciones de salvamento de las víctimas.

Las imágenes dadas por la televisión iraní han mostrado el hundimiento de una estructura metálica, aparentemente bajo el peso del excesivo número de espectadores, y el pánico de las multitudes, que se lanzaron al césped para escapar del peligro en violentas avalanchas.

Las autoridades han ordenado una investigación inmediata. Los estadios iraníes muestran por lo general deficientes condiciones, debidas sobre todo a diversos problemas de soldadura en las estructuras metálicas. Además, desde hace varios años, los fenómenos de hooliganismo se han extendido por el país. Hace año y medio, en Chiraz, centenares de personas acabaron heridas como consecuencia de una gran trifulca durante un partido.

La tragedia de Sari, que recuerda al hundimiento de una tribuna en el campo del Bastia, en Córcega, hace nueve años, que produjo 15 muertos y 1.500 heridos, es el tercer gran drama futbolístico que se produce este año. Hace una semana, al menos siete personas murieron por las avalanchas en el estadio de Lubumbashi, en la República Democrática del Congo. El 11 de abril, en Johanesburgo (Suráfrica) murieron otra 43 personas igualmente tras una gigantesca avalancha.