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Reportaje:Entrevista con los verdugos | EN PORTADA

'La única obsesión era crear el máximo miedo'

Fernando Reinares

Penetrar en los corazones y las mentes de los asesinos políticos, en este caso de militantes de ETA, es una tarea tan ardua como inédita. El catedrático Fernando Reinares ha dedicado años a ese propósito para la elaboración de su libro Patriotas de la muerte. El investigador ha conseguido 47 entrevistas grabadas con miembros de ETA, de las que aquí se publica una selección.

'Lo metimos a un coche, lo llevamos a un descampado, le sacamos... ¡pum! Le pegamos un tiro'

Qué características sociales distintivas tienen quienes se han convertido en militantes de ETA? ¿Cuáles fueron sus principales motivaciones para aceptar el reclutamiento en la organización terrorista? Algunos dirían que simplemente se trata de psicópatas o de mercenarios. Después de haber asesinado a 800 personas durante más de treinta años, que así fuera facilitaría mucho explicar el porqué de tantas y tantas atrocidades. Pero apenas disponemos de evidencias para sostener afirmaciones como ésas. En realidad, lo que han compartido la mayoría de cuantos un día optaron por incorporarse a ETA es su condición de jóvenes, varones, apenas veintiañeros en el momento de ser reclutados; la mitad de ellos guipuzcoanos. Antes de ingresar en la organización terrorista, esos jóvenes casi adolescentes habían sido socializados, sobre todo en el seno del hogar familiar o dentro de la cuadrilla de amigos, en algunas ideas esenciales de un nacionalismo vasco étnico y excluyente. Con anterioridad a su incorporación, a menudo se encontraban además implicados en movilizaciones radicales desarrolladas en el entorno de ETA.

Entre otros aspectos comunes a quienes han militado en ETA destaca también el de haber llegado previamente al convencimiento no sólo de que la violencia constituye un método eficaz de acción política, sino también de que aquella organización terrorista en la cual ingresaban tenía los recursos y el apoyo social suficientes como para lograr sus propósitos. Incluso de que era capaz de satisfacer, a cambio de incorporarse a la misma, determinados intereses privados. Asimismo, con frecuencia quienes han ingresado en la banda armada compartían pasiones de signo negativo, en especial acendrados sentimientos de odio hacia lo español.

Patriotas de la muerte. Quiénes han militado en ETA y por qué es un libro elaborado sobre la base de la información obtenida a partir de documentos judiciales y entrevistas exhaustivas con antiguos militantes de ETA. Es decir, por una parte, haciendo uso de datos correspondientes a más de 600 hombres y mujeres que ingresaron en dicha organización terrorista entre los años finales del franquismo y la década de los noventa, extraídos directamente de los voluminosos legajos de la Audiencia Nacional. Se trata de una muestra que incluye a cerca de la mitad del total de militantes etarras reclutados en esa época, una de las más sangrientas de la organización terrorista.

Por otra parte, para la realización de esta obra he recurrido, principalmente, a la información recogida mediante prolongadas entrevistas individuales con antiguos militantes de ETA, que se incorporaron a dicha organización terrorista tanto en la primera mitad de los años setenta, todavía durante el franquismo, como por su puesto a lo largo del periodo de la transición democrática e incluso después, hasta finales de los ochenta. Para la redacción de esta obra he seleccionado un total de 47, llevadas a cabo entre el verano de 1994 y final de la década, todas ellas grabadas y transcritas.

Elucidar quiénes han ingresado en ETA y por qué nos permite observar la sorprendente inversión que se observa a lo largo del tiempo en el perfil sociológico de los que aceptaron el reclutamiento y constatar con ello el cada vez más agotable remanente de militancia. También pone de manifiesto pautas de continuidad y cambio en las motivaciones, para concluir que la decisión de convertirse en etarra encuentra en nuestros días muchísimos menos fundamentos utilitarios, emocionales e identitarios que hace veinte años. Los que siguen son algunos de los testimonios incluidos en Patriotas de la muerte. Quiénes han militado en ETA y por qué.

MENOSPRECIO DE LA VIDA Entrevista 2

Guipuzcoano. Ingresó en ETA (pm) a finales del franquismo, con apenas 17 años. Obrero especializado. Relata el dramático desenlace del secuestro de un empresario vasco.

'Bueno aquello sí fue un poco fuerte. Bueno, un poco fuerte era todo, ¿no? Lo de este hombre sí fue más fuerte..., probablemente, ¿no? Y luego... estuvimos con él veintitrés o veinticuatro días. Yo no estaba todo el día. Entonces, uno del comando ya no trabajaba, pero yo trabajaba. Yo venía todas las noches, les traía comida y tal y me quedaba con ellos. Y luego, los fines de semana también, no me acuerdo si todos, pero algunos fines de semana, pues eso, que pasas veinticuatro horas allí. Hablábamos, hablábamos de todo, porque el hombre era encima muy... como muy campechano, se hacía muy campechano. En fin, un hombre muy corriente. Nos hablaba de todo, nos contaba sus películas, no sé. Me acuerdo hasta de habernos abrazado y todo. Me acuerdo [de] que hubo un partido de fútbol y, pues eso, estábamos cuatro allí, había dos que eran del Athletic de Bilbao... y yo y él éramos de la Real y tal. Y fue un partido de esos emocionantísimos. Y ya, vamos, te quiero decir... él nos preparaba la comida, fíjate, él preparaba la comida. Habíamos hecho planes para después de la liberación, para vernos alguna vez y tal. No sé, fue una relación con él muy... muy normal, ¿no? Eso... y muy amigable, como de bastante confianza. Bueno, por su parte qué remedio le quedaba que ser así. [...] Entonces, un día me llamaron y me dijeron: 'Le tenéis que pegar un tiro'. Vine... desde casa de los amigos, les llamé y tal... Oye, que saliera fuera para que él no oyera eso, claro. Yo me acuerdo [de] que les dije: 'Oye, me han dicho que hay que pegarle un tiro y tal. ¿Cómo lo hacemos?'. Supongo que lo decidimos... Supongo, no: lo decidimos en veinte segundos. Pues vamos allí, le pegamos un tiro y punto. Eh, nos inventamos una mentira, que no sé si se lo creyó porque, claro, supongo que esas cosas percibes también, ¿no? Notaría algo, probablemente. Él no dijo nunca nada. Pues nada, lo metimos a un coche, lo llevamos a un descampado, le sacamos... ¡pum! Le pegamos un tiro, nos metimos todos en el coche. [...] No, no me acuerdo de ningún sentimiento ni de pena por la persona ni... ni nada de eso. Encima... ¡si no se le mata a la persona! Eso es muy curioso, igual es un poco difícil de entender, ¿no? Pero nosotros, por ejemplo, entonces estábamos matando al empresario. Incluso hoy uno de ETA, o lo que sea, cuando mata a un guardia civil no le mata a la persona. Yo nunca vi allí un hombre tampoco, así... no sé, de carne y hueso. Estás atacando a un símbolo o tal. Y en este caso, el símbolo podía ser, o era... Pues éste era un gran empresario, y en su taller estaban de huelga y tal, y entonces... pues justificas perfectamente. Y no eres capaz de ver... Yo creo que no eres capaz de ver la persona, ¿no? Y si no la ves, no sufres, claro'.

EL PRESTIGIO SOCIAL Entrevista 31

Guipuzcoano. Ingresó con 24 años en ETA (m) a inicios de los ochenta. Administrativo de una pequeña empresa.. Carecía de tradición nacionalista en su familia.

'Aquí, en Euskadi, el señor que era militante de ETA estaba muy bien visto, o sea, tu ibas a tu casa y te comentaban: 'Sí, pues han detenido al hijo de no sé quién y tal, con lo buen chico, que era, pues trabajando, estudioso y tal. Siempre el que detenían era el mejor, el más integrado, el más... yo qué sé, la persona más... Entonces se creaba la especie de aureola, prácticamente falsa, de que el señor militante de ETA era una especie de... digamos, de lo mejorcito que había en ese entorno social. Y pienso que de alguna manera te... te afectaba también a ti, en cuanto a tu... esto, en cuanto a tu sensación del tema... [...] Si tu tienes esa ideología, pero ves que la sociedad que te rodea no te apoya o que no lo ve bien, pienso que, bueno, la tendrás y te la comerás de alguna manera. Pero si tienes esa ideología y el entorno social que tienes la favorece y apoya de alguna manera... Bueno, ya te digo, cuando era militante de la organización, puertas abiertas todas las noches, de cuaquier ideología política. Te veía la gente por la calle y no te veía. O sea, la policía preguntaba y no habían visto, nadie había visto nada... Y no porque tuvieran miedo ni porque tal, sino porque no querían, claro. O sea, de encontrar gente en el monte armamento tuyo y, en vez de avisar a la policía, avisar a ETA. O sea, se creó un poder dentro... del mismo Estado. Y un poder realmente fuerte'.

LA FUERZA DEL ODIO Entrevista 33

Guipuzcoano. Vascohablante. Obrero al ingresar en ETA(m), con 20 años, durante el posfranquismo:

'Joder, fue algo... no sé, inexplicable o no sé. Actué de una manera que digo, bueno, pues luego digo: '¿Pero cómo puedo ser yo?'. O sea, fuimos a por una persona, un conocido además, y en vez de dispararle desde donde estaba yo, o sea, a una distancia de unos cinco o seis metros, salí corriendo hacia él. O sea, como si, no sé, como si digo: '¡Joder, no le voy a dar desde aquí!'. Entonces salí corriendo hacia él, hasta que me acerqué a él. Y luego, pensando, digo: 'Bueno, ¿cómo he podido reaccionar yo?'. Le odiaba tanto a esa persona, le odiaba tanto, le odiaba... era tanto el odio que tenía contra él, que digo: '¡Dios, no se me escapa!'. No se me escapa, y fui. Ése era un confidente. En aquel momento, o sea, el odio era el que mandaba. O sea, tenía las cosas bastante claras. Yo, después de hacer lo que hacía, me quedaba como un señor y dormía como un rey. O sea, no tenía ningún problema, ninguno. Ningún pensamiento de decir: '¡Hostia!, ¡joder!, que he hecho esto y...'. Qué va, qué va, qué va. Hoy en día sí me lo pensaría más de una vez. Hoy en día, además, soy incapaz de pegar a un perro. Y, en cambio, pues eso, si me hace algo el perro, sí lo machaco, soy capaz de arrancarle el cuello. Y hoy en día me dicen: 'Tienes que matar a un guardia civil', y digo: '¡Chst, espera, espera un momento. Primero, a ver cómo es; luego decidir quién es, cómo'. O sea, valoro otras cosas. Ya no me guiaría por el odio'.

MATANZAS INDISCRIMINADAS Entrevista 40

Vizcaíno. Se incorporó a ETA (m) con 27 años, a inicios de los 80. Explica cómo justificaban la preparación y ejecución de atentados:

'Cuando pones una bomba, simplemente pones una bomba; esperas a que pase, le das al botoncito y... eso. Y no hay ningún tipo de riesgo en este tipo de acciones. Donde hay un tipo de riesgo es en la otra, que te pueden salir disparando desde cualquier lado, ¿no? En este caso, vas con una cosa pequeñita, le das al botón y sabes que no hay ningún enfrentamiento. El poner una bomba, el meter cincuenta o cien kilos en un coche y hacerlo explosionar, pues era la cosa más sencilla del mundo. Cualquier tonto lo podía hacer. Aparte, a nosotros, en primer lugar no nos daban ni pie a pensar que si habíamos hecho bien o habíamos hecho mal. Simplemente, hacíamos una acción y ya estábamos pensando en la siguiente acción [...] La única obsesión que teníamos era crear el máximo miedo y daño posible a los madrileños [...] Solíamos ir por las calles y oíamos, o en los bares, solíamos oír hablar a la gente, que decía: '¡Joder, es que yo acepto cualquier postura política, pero es que la violencia es una cosa que yo no puedo aceptar'. Y nosotros nos reíamos. Y decíamos: '¡Joder, ¿la violencia? La violencia es la que hacéis vosotros'. A pesar de que matáramos a un montón de gente, la cosa era justa y la culpa la tenéis vosotros. Y la violencia la generáis vosotros, luego cualquier cosa que hagamos nosotros era buena'.

DESPRECIO DE LA POLÍTICA Entrevista 20

Vvizcaíno que ingresó en ETA(pm) a inicios de los 70: Obrero sin cualificación.:

'Yo, además, nunca he sido demócrata. Yo no he sido antifranquista. O sea, ETA no es ni ha sido nunca antifranquista. Ni ha luchado por la democracia española. ETA es un grupo nacionalista que lucha por la liberación de Euskadi, y punto'.

ESPAÑOLES Entrevista 28

Guipuzcoano. De familia de clase trabajadora, nacionalista y vascohablante.. Trabajador autónomo en el sector terciario cuando se incorporó a ETA, con 30 años, a finales del franquismo:

'Te dabas cuenta de que, joder, de que tú no eras español. Así de claro. Decías: 'Pero yo, ¿qué chorra tengo que ver con los de Segovia, por ejemplo?'. Y no tengo nada en contra de los de Segovia. Pero es que yo me daba cuenta de que... decíamos: '¡Pero si es que es imposible!'. ¡Somos totalmente distintos! Ni comemos, ni dormimos, ni nuestros excrementos son iguales. El idioma es distinto. Y yo decía: 'Bueno, si yo veo a diez personas, o a cien personas en la playa desnudas, yo no tengo ni idea quiénes son hasta que me hablan'. Cuando hablan, digo: '¡Joder, pues son ingleses o son lo que sea!'. Entonces a mí que no me digan que soy igual que uno de Andalucía, porque yo no soy igual, joder. Mis genes tienen que ser de otra forma'.

Fernando Reinares, autor de Patriotas de la muerte, que será publicado a finales de mayo por la editorial Taurus, es catedrático de Ciencia Política en la Universidad de Burgos. Nacido en Logroño en 1960. Ha ampliado estudios en la Universidad de Stanford, EEUU, y en ST. Antony's College de la Universidad de Oxford, Reino Unido. Entre sus libros más recientes se encuentran Terrorismo y antiterrorismo y Sociedades en guerra civil.

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