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Reportaje:

Un pelotón de reclusos

Cubino prepara a un grupo de presos y funcionarios de la cárcel salmantina de Topas que peregrinarán a Santiago en bicicleta

Carlos Arribas

Como si de corredores profesionales se tratara, cuatro reclusos de la prisión salmantina de Topas, y el director, y tres funcionarios más, que quieren llegar en peregrinación ciclista por la ruta de Fonseca (Salamanca, Zamora, Ourense) a Santiago de Compostela, pidieron a una estrella del ciclismo retirada, el ligero escalador bejarano Laudelino Cubino, que hiciera de director técnico, preparador físico y maestro táctico de su aventura deportiva. La respuesta de Cubino, ganador de etapas de montaña en la Vuelta, el Giro y el Tour, ciclista de clase pero de moral frágil, fue entusiasta. 'De acuerdo, haré de todo', le respondió a José Ignacio Bermúdez, el director de la prisión. 'Pasaros un día por mi hotel, en las afueras de Béjar, que salgo a entrenarme con vosotros. Después comemos y os doy una charla técnico-táctica'.

En la prisión se prepararon para la cita. El libro de ruta ya lo tenían escrito. 'Son cerca de 500 kilómetros, que haremos en seis etapas, a una media de 80 diarios. La más larga será de 110 kilómetros, Zamora-Puebla de Sanabria, y la más dura, Puebla-Verín, de 80, pero con un puerto de primera, el Portillo del Padornelo', explica Bermúdez. 'Dormiremos en polideportivos'.

Después comenzaron, a buen ritmo, los entrenamientos planificados. 'Llevamos ya dos meses haciendo rodillo en el módulo de alto rendimiento de la prisión', explica Bermúdez, orgulloso de las alternativas que ofrece el centro penitenciario y fiel creyente en las virtudes rehabilitadoras del deporte. 'Y hace un par de días ya comenzamos a hacer salidas controladas, de unos 50 kilómetros diarios, por los alrededores de Topas'.

La selección del personal se había hecho antes. Voluntarios bien preparados. 'Pero, más que sus capacidades deportivas, se ha buscado gente que crea en el deporte, que sienta pasión. Claro, y gente que ya haya tenido experiencias de permisos penitenciarios y haya cumplido'. Serán cuatro los reclusos. Y cuatro fueron los que subieron el 2 de mayo a Béjar, donde, helados de frío, siguieron emocionados la ruda de Cubino por un terreno 'durillo', en palabras del gigante bejarano de la ruta.

'Después de lo que pasé en Béjar, ya no le tengo miedo a nada', dice Paco, uno de los cuatro reclusos. 'Yo nunca había hecho ciclismo antes de ingresar en Topas, y peso 90 kilos, pero me siento capaz de todo, y de escalar lo que haga falta'. 'Sí', asiente Cubino. 'El terreno, para gente como ellos, que no son Induráin precisamente, era duro, pero se defendieron bien'. 'Sí, sí', lo hicimos a un ritmo decente', dice Joaquín, otro de los reclusos, de 38 años y, además, lastrado por unas dolorosas molestias lumbares. 'Y para la marcha, lo que no sean fuerzas lo supliremos con ilusión y ganas. Yo nunca había hecho deporte de resistencia. Soy más bien explosivo, gimnasio y pádel, pero fíjate, el primer día de salida hicimos más de 50 kilómetros en poco más de dos horas, a una buena media'.

Después del entrenamiento por terreno recién nevado y contra un viento serrano que les cortaba el cutis, llegó el momento más interesante: la charla de Cubino. 'Allí se sentaron y después de comer no paramos de hablar', explica Cubino. 'Les di, sobre todo, consejos psicológicos. Por ejemplo, les dije que sería mejor que dividieran cada etapa en dos o tres sectores. Por ejemplo, en la de 110 kilómetros, deben hacer unos 50 bien temprano, después comer y descansar un poco; otros 40, y otro descanso, y así los últimos 20 no les parecerán nada en comparación. También les he hablado de los cambios de platos y piñones, de cómo ir a rueda protegiéndose del viento y de todo lo básico'. 'Sí', dice Paco. 'Y también, que subiendo el puerto lo mejor es mirar la raya en el asfalto y la rueda, que si miramos delante y vemos lo que nos queda nos hundimos. Pero muy majo, Laudelino. Después de esto ya es mi ídolo, que antes era Induráin'.

El próximo día 14, el pelotón de ocho se pondrá en marcha. 'Iremos equipados con los mismos colores. El equipo Caja Duero nos da maillots y culottes', dice Bermúdez. 'El único problema es que ellos se están entrenando con las mountain bikes de la prisión y cuando lleguen las de carretera quizás extrañen un poco la posición'.

El ex ciclista Laudelino Cubino encabeza el grupo carcelario en un entrenamiento en Béjar.
El ex ciclista Laudelino Cubino encabeza el grupo carcelario en un entrenamiento en Béjar.EFE

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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