La enseñanza y la siderurgia, en huelga indefinida en Venezuela

La enseñanza pública y los trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco (SIDOR) iniciaron ayer una huelga indefinida en demanda de mejoras salariales pese al decretado aumento salarial de 10% que entró en vigencia el 1º de Mayo y al alto desempleo que padece la fuerza activa de 10 millones de venezolanos.

La organización sindical FETRAENSEÑANZA, que agrupa a los siete sindicatos de la educación pública, convocó a sus 180.000 maestros y profesores afiliados para que paralicen las actividades a nivel nacional lo que afecta a unos siete millones de alumnos.

De forma simultánea los 6.000 trabajadores de SIDOR también paralizaron de manera indefinida la producción de la acería tras romperse las conversaciones con la directiva de la empresa privatizada hace tres años, lo que amenaza con extenderse a otras empresas como las del hierro y el aluminio en Ciudad Guayana, al sur de Venezuela.

A estos dos grandes sectores, se le añade la suspensión de clases en la Universidad Central de Venezuela, que afecta a más de 60.000 estudiantes, por un conflicto que lo originó hace un mes un grupo de 50 "asaltantes", y que el Gobierno no quiere desalojar contraviniendo la orden dictada por un tribunal de Caracas.

Es la segunda huelga dentro del sector de la enseñanza en lo que va de año. Los maestros piden un incremento salarial que va de 48% a 58% y la nivelación del sueldo que actualmente se rige por regiones y categorías. Los dirigentes gremiales iniciaron la huelga porque el ministro de Educación, Héctor Navarro, no los reconoce como gremio hasta que no se produzcan las elecciones sindicales en septiembre. El objetivo de la huelga de los educadores es presionar para que el Gobierno se siente en la mesa de negociaciones para discutir las mejoras salariales. El presidente Hugo Chávez ha pedido paciencia a los trabajadores de la enseñanza y les ha prometido un aumento salarial adicional al 10% decretado para el sector de la administración pública. Sin embargo, el ministro Navarro no quiero discutir directamente con los gremios.

Un año de prórroga

Por otra parte, los trabajadores de la siderúrgica, que compraron los argentinos de Techint, cerraron las puertas de acceso a la acería, lo cual en opinión de María Elena Posada, directora de recursos humanos de SIDOR, es una violación del acuerdo de garantizar el funcionamiento mínimo de la empresa y "eso le da una connotación de ilegalidad a la huelga".

Los directores argentinos de SIDOR han hecho un llamamiento a la reincorporación de las labores en vista de que las pérdidas superarían los 3 millones de dólares. La empresa ha pedido un año de prórroga para firmar la renovación del contrato colectivo que ya está vencido y un bono que a los sindicatos metalúrgicos les parece "una miseria" por lo que piden una mejor oferta compensatoria para reanudar las conversaciones.