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El Depor riñe con 'el abuelo'

Las negociaciones por la renovación enfrentan a Donato con el club

Xosé Hermida

El aplastante realismo atribuido a los gallegos se condensa en uno de sus dichos más célebres: 'Amigos, sí, pero la vaquiña por lo que vale'. Un viejo principio campesino muy adecuado para el mercantilismo de estos tiempos y cuya lección parece seguir el Deportivo a rajatabla. Aun a riesgo de provocar una quiebra sentimental entre su hinchada, el club gallego se ha enzarzado en una áspera disputa económica con Donato, el jugador más veterano de la Liga (38 años), El abuelo al que rinde devoción el público coruñés. Ocho temporadas de impecable servicio al equipo, un gol que abrió el camino para el último título de Liga y un sinfín de emociones vividas en común pesan mucho. Pero nada pesa tanto como el vil dinero, que amenaza con dejar a Donato fuera del Deportivo.

La historia, con más o menos variaciones, se venía repitiendo todos los años. Se acercaba junio, el contrato del futbolista expiraba, Donato preguntaba qué había de lo suyo y el club parecía remolonear. Inevitablemente, surgían las dudas sobre la capacidad física de Donato para aguantar un año más, un escepticismo que provocó en alguna ocasión que la cuerda llegara a tensarse peligrosamente. Hasta ahora, la historia siempre había tenido un final feliz: el contrato se prolongaba por otra temporada, y El abuelo, desafiando las leyes del tiempo y de la biología, acababa el año convertido en el jugador revelación. Pero esta vez, el ya tradicional forcejeo se le ha escapado de las manos a todo el mundo hasta desatar una sórdida bronca: el futbolista ha llegado a calificar de 'dictador' a su presidente, Augusto César Lendoiro, quien, como respuesta, ha hecho público, mediante un comunicado oficial del club, los ingresos que percibe Donato.

El futbolista comenzó quejándose de que la iniciativa de la renovación siempre tenía que partir de él. Luego, tampoco le gustó el método utilizado por el club para comunicarle sus ofertas: la primera se la entregó en mano un directivo al término de un entrenamiento y la segunda le llegó a casa en un taxi. Lendoiro no aceptaba las pretensiones económicas del jugador, quien se sentía mal pagado y, consciente de su popularidad entre la hinchada, lanzó toda clase de mensajes a través de los medios de comunicación. 'Nervioso y preocupado', según sus propias palabras, Donato reveló que el pasado domingo, en el choque de Liga ante el Espanyol, pensó en pedir el cambio porque no se sentía en condiciones de seguir jugando, mientras parte del público coreaba su nombre y de las gradas colgaban algunas pancartas pidiendo su renovación.

Sus intentos de presionar al club con declaraciones públicas acabaron por desatar la furia de Lendoiro. El pasado lunes, el futbolista se sometió a confesión en el programa radiofónico de José María García, enfrentado desde hace años al presidente deportivista. Fue allí donde Donato le llamó 'dictador' y cometió el desliz de afirmar que su sueldo bruto era de 50 millones de pesetas anuales, cuando lo cierto es que esa cantidad se aproxima más bien a sus ingresos netos. La reacción del club ha sido hacer públicos los términos de la negociación. Esta temporada, asegura el Deportivo, Donato cobrará unos 140 millones entre ficha, primas y derechos de imagen. Para la próxima, el club dice garantizarle, por los mismos conceptos, unos 15 millones más.

Lendoiro advierte de que esta es su última oferta y de que quiere una respuesta antes del próximo día 10. 'Significa que o lo tomas o lo dejas', admitió ayer el futbolista. Irureta, quiere que se quede, y la plantilla también le ha expresado su apoyo. Donato consultará con la familia.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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