Sanidad descarta liberalizar la apertura de nuevas farmacias

Pese a que el nuevo decreto mejora en algo la situación, el veto de facto que sufren los farmacéuticos parados se mantiene, según denuncia Pilar Aparicio, presidenta de la Asociación de Farmacéuticos en Paro. José Enrique Hours, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, admite que 'es cierto que, con este decreto, los parados seguirán sin poder abrir una farmacia'.

'Lo más sangrante es que, si tienes dinero para comprar una farmacia, no tienes problemas para hacerlo aunque no seas farmacéutico', se queja Aparicio. El traspaso de una farmacia en funcionamiento cuesta entre 30 y 300 millones de pesetas, dependiendo de su ubicación, según fuentes del sector. Los únicos límites que establece la normativa para la propiedad de las farmacias es que deben pertenecer a personas físicas (no a compañías) y que cada persona no puede tener más de una. Pero no establece que el propietario deba ser farmacéutico, sólo que quien regente el establecimiento sí lo sea.

La Dirección General de Sanidad otorgará antes de fin de año 25 nuevas licencias de farmacia (la concesión de otras 33 ya está en marcha con el procedimiento antiguo, que no bonifica a los farmacéuticos en paro). Su titular, Javier Hernández, opina: 'Como responsables sanitarios, debemos asegurar a la población una red de farmacias extensa y mejorar la asistencia a los ciudadanos. No podemos entrar a solucionar una situación que hemos heredado, como son los problemas de acceso a nuevas farmacias. Incluso así, hemos intentado mejorar su situación en la medida de lo posible'.

Los criterios y la escala de puntuación para seleccionar a los beneficiarios de las nuevas licencias (en base a la experiencia profesional y el expediente académico de los solicitantes) se mantiene inamovible en el nuevo decreto. Lo único que cambia es que, sobre la puntuación conseguida, a los farmacéuticos en paro se les aumenta un 10% y a los minusválidos un 20%.

Criterios de puntuación

Cada año de ejercicio profesional (cuentan los 10 últimos) en una farmacia vale ahora 0,8 puntos, hasta un máximo de 7 puntos. Esta puntuación sirve por igual al propietario de la farmacia y al personal contratado. Por lo que se refiere al expediente académico, la puntuación se obtiene sacando la media de las notas de la licenciatura de Farmacia, con un máximo de 8 puntos (para quien hubiera logrado matrícula de honor en todas las asignaturas) y un mínimo de 2 (con un aprobado en todas las materias). Además, se otorgan hasta 5,5 puntos por el doctorado o cursos de especialización.

'El nuevo decreto es un brindis al sol. Sólo sirve para que Sanidad quede bien', afirma Pilar Aparicio. 'En la práctica, el propietario de una farmacia ya tiene asegurados los 7 puntos de ejercicio profesional más los que tenga por su licenciatura. Además, al ser titular de un establecimiento, tiene farmacéuticos contratados que se quedan en la farmacia mientras él puede conseguir más puntos en cursos de formación. En esta situación, sólo al superhombre que hubiera aprobado la carrera con matrícula de honor, hubiera hecho el doctorado y, además, trabajado durante años, le beneficiaría en algo ese 10% que se da a los parados. Y, quizá, ni así lo lograría. Para el resto de licenciados, ese 10% no sirve para nada'.

El decreto, aún pendiente del informe del Consejo Económico y Social, mantiene que sólo pueda haber una farmacia cada 2.800 habitantes (2.000 en el medio rural) y que cada establecimiento deba estar a 250 metros del más proximo. Los responsables de Sanidad tampoco piensan por el momento en liberalizar el sector farmacéutico. 'La regulación del sector es deseable y necesaria para que toda la población tenga garantizado el acceso a un servicio fundamental', considera Javier Hernández.