La Asamblea de Nicaragua aprueba una moratoria para la deuda cafetalera

Los productores de café nicaragüenses respiran tranquilos. La Asamblea Nacional (Congreso) aprobó el lunes, el mismo día en que vencían los créditos que mantenían asfixiado al sector, una moratoria que suspende por 300 días los procesos judiciales por deudas cafetaleras y las ejecuciones de embargos, según informó la televisión local. En los cuatro artículos de la ley, que fue aprobada por unanimidad, también se contempla que durante el mismo periodo no se acumulen los intereses moratorios, se da la libertad a 15 productores presos por impago y se invita a diversas asociaciones de productores a reunirse con el Gobierno para buscar una solución a largo plazo para la crisis. 30.000 cafetaleros tienen así casi un año para poder pagar los cerca de 100 millones de dólares estadounidenses (112.410.000 euros) que adeudan a entidades bancarias y casas exportadoras. La bajada del precio del grano en los mercados internacionales puso al café, uno de las partidas económicas más importante del país, al borde de la quiebra.

Propuesta sandinista

La ley fue propuesta por la bancada (grupo parlamentario) del opositor Frente Sandinista de Liberación Nacional después de que la semana pasada decenas de miles de cafetaleros marchasen sobre Managua en demanda de una solución al problema. El Gobierno valoraba las presiones recibidas por parte de la Asociación de Bancos Privados de Nicaragua (Asobanp) para que la moratoria no fuese aprobada. "La ley propuesta afectaría retroactivamente contratos privados que fueron suscritos bajo el principio de libre contratación", se podía leer en un comunicado hecho público por Asobanp.

La alternativa presentada por los banqueros reducía el periodo de suspensión a 90 días, mantenía el cobro de los intereses y excluía de la moratoria a aquellos productores que se hubieran acogido a la propuesta de reestructuración que en un principio realizó el Gobierno. Esta medida parece estar ya totalmente descartada, ya que Arnoldo Alemán, presidente del Gobierno, afirmó que retiraría la proposición si la ley llegaba a aprobarse.

Otra posibilidad de solución a largo plazo, la refinanciación de los créditos, también parece difícil de alcanzar. Eduardo Balcárce, representante en Nicaragua del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una de las fuentes de financiación buscadas por Managua, ya ha descartado la posibilidad de que este organismo destine fondos para tal fin. "El presidente del BID dijo que el BID podría participar, si el Gobierno lo solicita, en un proyecto de reconversión del sector cafetalero, pero lo que quedó claro es que el BID no puede participar , porque no tiene dentro de sus políticas ninguna línea de préstamo", declaró Balcárce a la prensa local.