Ibarretxe denuncia que Mayor 'tiene miedo' y le emplaza a que responda si quiere el cara a cara

Juan José Ibarretxe, lehendakari y candidato a la reelección de PNV-EA, parece convencido de que le beneficia la polémica sobre los debates electorales. Ayer volvió a cargar sobre ella nada más comenzar su mitin en Sestao (Vizcaya) para exigir a su rival popular, Jaime Mayor, una respuesta nítida y precisa, únicamente un 'sí o no', a su propuesta de celebrar un cara a cara ante las cámaras de televisión. Le conminó a que responda si está dispuesto a la lid sin condicionar el debate a la participación del socialista Nicolás Redondo. 'Tiene miedo de debatir conmigo y también de romper la santa alianza que tiene con el PSOE para echar al nacionalismo democrático de las instituciones', clamó Ibarretxe contra el ex ministro del Interior.

La réplica popular llegó de mano de su presidente en Euskadi, Carlos Iturgaiz, toda vez que Mayor hizo ayer un alto en su campaña. Iturgaiz respondió a Ibarretxe que no puede pretender 'dialogar sin exclusiones con los terroristas' y dejar fuera del debate al candidato del PSE.

También Redondo se refirió ayer al hipotético debate. El líder del PSE acusó al lehendakari de haber intentado 'silenciar y amordazar' a su partido. Los socialistas han presentado un recurso preventivo ante la Junta Electoral del País Vasco en el que exige a esta institución que impida un debate a dos y obligue a quien organice el encuentro a contar con Redondo. De hecho, con su estrategia de retar al PP, la coalición nacionalista ha logrado que el debate, se produzca o no finalmente, centre los discursos de todos los candidatos durante cuatro días.

El lehendakari eligió de nuevo la Margen Izquierda, tradicional feudo socialista en Vizcaya, para ofrecer su mitin diario. Y logró reunir en Sestao a un gran número de jóvenes, que abarrotaban el edificio AISS. También Iturgaiz acudió ayer a esa zona (participó en un acto en Portugalete) para buscar votos.

En un mitin que discurrió en su mayoría en euskera, Ibarretxe aprovechó ese importante respaldo popular para lanzar sus dardos dialécticos contra Mayor Oreja: 'Es como los jugadores malos de mus, que pegan órdagos con pocas cartas'.

El candidato de PNV-EA reprodujo la secuencia de la polémica desde su punto de vista: Mayor estuvo durante 15 días 'como un gallo de pelea' pidiendo un debate cara a cara con los nacionalistas. Cuando el lehendakari se lo ofreció, aceptó de inmediato. Y al día siguiente, por los 'cambalaches y la santa alianza' con el PSOE, 'se ha arrugado'. A pesar de todos estos ataques, y dentro de su estrategia de alargar al máximo la polémica, Ibarretxe emplazó a Mayor a debatir 'cuando sea', antes o después de la campaña.

El discurso de Ibarretxe estuvo centrado en lo que está siendo el eje de su campaña: dejar a un lado el problema del terrorismo, vender bien su gestión como lehendakari y acusar a las formaciones constitucionalistas de tener como único objetivo echar a los nacionalistas del Gobierno. Las referencias a ETA fueron casi circunstanciales. 'Les molestamos porque estamos demostrando que se puede defender Euskadi sin pegar tiros', dijo.

También apeló a la defensa del euskera frente al 'ataque' del PP y PSOE, y presumió de que los jóvenes que le escuchaban lo habían aprendido gracias a los esfuerzos del PNV, que 'levantó un país hecho trizas'. Al final, el lehendakari se dio un paseo tranquilo por la localidad saludando a las decenas de personas que se le acercaron sin excesivas medidas de seguridad, en un ambiente completamente distinto al que se vive en los actos de PP y PSOE, donde los guardaespaldas toman las zonas de las ciudades en las que están sus dirigentes.