La feria es la pera

- Últimas tendencias. Prensa del día. Un caballero agota las posibilidades del castellano como lengua de encuentro: tras decirle a su novia todo lo que tenía que decirle, acabó apuñalándola frente a una caseta de la calle de Gitanillo de Triana. Rappel declara a Occidente que en verdad os digo que 'con un puente festivo auguro una gran afluencia de público a la feria'. Posteriormente, Rappel entró en trance y auguró que no llovería. Minutos más tarde, una tormenta azotaba Sevilla.

- Escenas de lucha de clases en Beverly Hills. La tormenta vino durante el paseo de carruajes. El paseo de carruajes, thriller: consiste en que por la tarde se pasean por el recinto de la feria 1.103 carruajes de época, con la familia que los ha alquilado a bordo. O como se diga. Las señoras van con pinturas de guerra y los caballeros llevan los caracolillos capilares, que les crecen al pijerío sevillano al final de la melena, recién sacados de la ITV. Antes iban con puro. Ahora van con el móvil pegado a la oreja, de manera que uno entiende que el móvil es un puro I+D. Bueno, cuando empezó a llover y, luego, a granizar, se produjo una metáfora de las reglas del juego aquí y en Lima: quien no tenía caseta se mojó como un pollo.

- El partido-sutra. Hoy las casetas de partidos han empezado a hacer sus recepciones oficiales. Bueno, empezaron ayer. IU realizó su recepción en la Pecera, la primera caseta pública que se instaló en la feria, en los tiempos de Bonney M. El aperitivo fue sobrio, muy en la línea de la dieta del monje-soldado anguitista. Nota de color. En la caseta del partido que en 1977 prohibió utilizar en sus mitines la bandera republicana, brillaba con luz propia una bandera tricolor. La vida es un lío. Hoy toca piscolabis en PA y en PP. Voy primero a PA. El PA está en un momento de tensión Gran Hermano. Pacheco -una suerte de Yoko Ono del PA- y los militantes de Cádiz han sido nominados. Paisanaje: muy pocas señoras. Igual es que huyen de los partidos y de los caballeros en crisis. Los all-stars del PA practicaron el caseta-sutra, una manera de fabricar política informativa muy hispana que en la feria adquiere su quintaesencia. Consiste en que el político se pone a hablar del tiempo con un colega, sonríe cuando aparece una cámara y, cuando un periodista le pregunta algo a) le responde, b) practica el compadreo, o c) dice que estamos de feria y que hoy no toca. En un momento dado le pregunto a Rojas Marcos en qué se diferencia CiU del PA. 'CiU es una buena respuesta política a una situación económica y social como la catalana. El PA responde a la realidad política andaluza'. Ah. Le pregunto si son federalistas. Me dice que sí, y que coinciden plenamente en ello con CiU. O sea, que no son federalistas. La caseta es, por otra parte, como cualquiera otra caseta. Salvo que está presidida por una bandera andaluza con un triángulo rojo en un lado, símbolo independentista desde lo de Cuba. La iconografía política hispana es para semióticos. Me voy pitando al fiestorro del PP. No se cabe. El local está decorado con, glups, yugos. Puede ser a) un lapsus iconográfico, aunque también puede ser b) un homenaje a yugo-eslavia. La cosa está en plan interruptus. Teófila Martínez y Javier Arenas se retrasan por un atasco. Finalmente llegan. Se fotografían, dan besitos -Teófila me dio dos, mamá- y practican el compradeing. Le pregunto a Teófila -es tan rubia que de lejos parece una socialdemócrata sueca- si la caseta -en Sevilla, una extensión de la casa privada-, es la metáfora de una manera de hacer política. Me dice que es una forma de contacto con la militancia que bla, bla, bla. Muy buena. En las fiestas del PA y del PP, por cierto, los invitados a la recepción estaban separados por una valla de la militancia, que practicaba el pescaditing y el manzanilling a su bola. Como quizá sucede en todos los países. Pero sin disimularlo. La feria es la pera. Mañana más.