Ibarretxe niega al PP y al PSE legitimidad para defender el Estatuto

El del candidato peneuvista en Bilbao era un acto pensado para reivindicar los logros de 20 años de autogobierno, al que asistieron ex consejeros nacionalistas de los distintos gabinetes. El reconocimiento que Ibarretxe brindó a los presentes por su labor en los sucesivos gobiernos, cuando por primera vez se vislumbra una posible salida del nacionalismo del poder, sonó a un cierto balance de fin de época. Sin embargo, se echó en falta a quien durante más años encabezó el Ejecutivo autónomo y protagonizó 12 años de entendimiento con los socialistas: José Antonio Ardanza, ausente, según la explicación oficial, por un compromiso familiar.

Así, las alabanzas se las llevó en persona, como la víspera en Laguardia (Álava), el ex lehendakari Carlos Garaikoetxea, quien está apoyando la campaña de Ibarretxe con más entusiasmo que el inmediato predecesor de éste. Hasta ahora, Ardanza sólo ha asistido a la cena de apertura de campaña en Vitoria.

La presencia de Garaikoetxea sirvió a Ibarretxe para remontarse a los inicios de la autonomía y reivindicar para el nacionalismo haber sacado a Euskadi del 'pozo oscuro' en que la encontró y acusar tanto al PP como a los socialistas de llevar más de dos décadas sin cumplir los contenidos del Estatuto.

'El Estatuto es nuestro y creemos en él', afirmó un Ibarretxe decidido a negar a populares y socialistas el papel de reivindicación del Estatuto que ambos tomaron cuando los nacionalistas se embarcaron en la aventura de Lizarra.

Ibarretxe, con un ejemplar del texto de Gernika en la mano, leyó varios de sus artículos, incluida la Disposición Adicional sobre los derechos históricos, e interpeló a los partidos constitucionalistas si tienen voluntad de acatar también las posibilidades de cambio del marco legal que ésta ofrece. El lehendakari y candidato nacionalista aseguró que respetaría una decisión mayoritaria de los vascos para recortar el autogobierno y reclamó igual actitud de PP y PSE si el deseo de la mayoría resultase ser un autogobierno al alza. 'No respeta la legalidad vigente quien no respeta el Estatuto ni las opciones de cambio y actualización que se pueden formular desde él mismo', dijo Ibarretxe.

Garaikoetxea, mientras, esgrimió las 'credenciales' éticas y políticas del nacionalismo y se refirió al candidato del PSE, Nicolás Redondo, a quien llamó 'acompañante de Mayor', para decirle que no admitirá lecciones de ética de quien tuvo 'puestos de responsabilidad cuando el GAL se gestó, en buena parte entre sus compañeros de partido'.

El Concierto, el otro instrumento básico del autogobierno de los vascos, ocupó el acto matinal del candidato popular, también en Bilbao. Mayor se comprometió a desarrollarlo y consolidarlo de una manera 'leal y sin abusos' con la libre competencia y las comunidades limítrofes. Tras reunirse con el ministro de Economía, Cristóbal Montoro, y los miembros de la comisión económica de su partido, Mayor criticó el, a su entender, mal uso que de un instrumento 'crucial y angular de la autonomía' han hecho los nacionalistas, hasta ponerlo al borde del abismo cuando las diputaciones pusieron en marcha unas 'abusivas ayudas a la inversión', luego cuestionadas por la UE.

'Gracias a que desde el Gobierno central hicimos una defensa del Concierto como un instrumento plenamente constitucional, y de que les convencimos [a la UE] de que el abuso de la libre competencia se producía por una mala utilización, ahora seguimos adelante con él', dijo Mayor.

El ex ministro del Interior se comprometió además a cerrar la actualización del Concierto antes del 31 de diciembre, cuando caduca, y a iniciar una campaña en las instituciones europeas para alejar cualquier sospecha de 'privilegio injustificado' y de que bajo su paraguas se puedan estar realizando prácticas 'contrarias a la libre competencia'.