_
_
_
_
Reportaje:

La inoportuna visita de la justicia

Tras superar su adicción a las drogas, Félix Núñez lucha por no volver a la cárcel por un delito de hace cinco años

Los tribunales le condenaron por un delito que asegura que ni siquiera cometió. Fue en 1996, cuando Félix Núñez acababa de cumplir dos décadas amarrado a las drogas. La consecuencia de aquel robo con intimidación, una condena de tres años y medio de cárcel, ha irrumpido con estruendo en la vida de un hombre que ya, con 44 años, no se reconoce en aquel toxicómano que fue.

Su rostro bronceado, sus ásperas facciones y una mirada esquiva y desconfiada le dan un sincero aspecto de buena persona. 'Llegó un momento en el que estaba harto de sufrir, y me dije: 'Ahora quiero vivir', dice.

Así comienza a explicar cómo pudo sacudirse el pesado yugo de las drogas, una tarea en la que tiene muy claro que los principales ingredientes son la voluntad y las ganas.

Las cosas resultaron ser muy diferentes, según comenta, a lo que pensaba y tenía planeado cuando, sin haber cumplido los 20 años, decidió 'por diversión' probar qué es lo que producían las drogas. Ahora confiesa sentirse absolutamente respaldado por amigos, familias y numerosas asociaciones. Entre ellas está Siloé, dedicada a la ayuda de afectados por virus del sida, una enfermedad a que Félix Núñez no pudo evitar en este periodo.

Siloé se ha propuesto liderar una campaña que tiene como objetivo conseguir el indulto para un hombre que ha logrado no sólo rehabilitarse, sino volver a trabajar y dar un completo giro en el rumbo que había seguido su vida. Félix es el primer convencido de que la cárcel, ahora, lejos de ayudarle sólo le devolvería problemas del pasado, pero cree que si no se consigue el perdón estaría capacitado para superar esa prueba: 'Si ingresara en prisión, tampoco me hundiría. Seguiría luchando por salir lo antes posible'.

Antes de que la justicia viniera a buscarlo a destiempo, Félix pudo comenzar a trabajar en el Ayuntamiento de Jerez, en el área de Parques y Jardines. 'Me divierto con las plantas', dice mientras explica su labor en el arreglo y preparación de las flores y macetas que decoran la ciudad en fechas señaladas.

Y aunque se encuentra satisfecho con su trabajo, su verdadera pasión se esconde en los lienzos, donde tiene puesto un buen porcentaje de sus esperanzas. Habla y no para de su afición por la pintura y de que, con un poco de suerte, expondrá en Cádiz y Jerez, y quién sabe si alguien se fijará en una de las obras que ha presentado a un concurso en Chiclana.

Cuando se le pregunta por el sida habla sin tapujos: 'No he tenido problemas con la sociedad; más bien el problema lo tiene el que te rechaza, porque es un ignorante'. Félix Núñez, que se encuentra en la última fase de la enfermedad, afirma sentirse bien de salud (aparentemente, lo está) y proyecta toda su confianza en los tratamientos actuales. Está convencido de que se puede vivir con la enfermedad y explica que con buena higiene, alimentación y salud mental es posible decir que sida no es igual a muerte.

Actualmente acude como voluntario al hogar Siloé, una casa que, como si fuera un cortijo, corona una alta loma a las afueras de la ciudad, en plena campiña jerezana. En ese lugar, los miembros de Siloé ayudan a los afectados por el sida a vencer la enfermedad. 'Yo les sirvo como ejemplo a los que van llegando de que es posible salir de las drogas e incluso salir de la enfermedad', dice.

Desde la gran casa se divisa una excepcional panorámica de la ciudad y habla de Jerez como una ciudad que 'ya no tiene nada que ver con lo que era antes, ya no quedan señoritos'. Sabe que esa ciudad a la que elogia por haber sabido evolucionar puede prestarle gran parte de la ayuda que necesita en su carrera por evitar la cárcel.

El Ayuntamiento de Jerez, que ayer aprobó en pleno apoyar la solicitud de indulto, el Defensor del Pueblo andaluz y numerosas instituciones y organizaciones de lucha contra la drogadicción apoyan a Félix Núñez en una tarea que también contará con las firmas de sus vecinos de Jerez. De hecho, hoy mismo se colocará en el centro de la ciudad una mesa informativa destinada a recabar apoyos para este hombre que sólo pide 'llevar una vida tranquila y lo más decente posible'.

Félix Núñez,  en el hogar de la asociación Siloé.
Félix Núñez, en el hogar de la asociación Siloé.JARO MUÑOZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_