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El acuerdo que sella la paz en Sevilla entre PA y PSOE anula la moción que provocó la crisis

La decisión sobre descentralización administrativa y nuevos distritos retorna a Vivancos

PSOE y PA aprobaron la moción negociada hasta la misma víspera entre sus secretarios provinciales: Luis Navarrete y Mariano Pérez de Ayala, respectivamente. El acuerdo, suscrito por los portavoces municipales (Emilio Carrillo, del PSOE, y Paola Vivancos, del PA), supone la revocación de lo aprobado en el pleno de marzo, según confirmó el secretario municipal en un informe previo emitido a petición del PP, en el que también se consideró válida la votación del acuerdo como asunto de urgencia.

Al final, ni se mantiene el destino compartido del Hogar de San Fernando para centro cívico y oficinas administrativas ni se reforma la división de la ciudad en distritos con la creación de dos más: Este y Torreblanca. Todo esto, aprobado en marzo con los votos a favor del PP y el PSOE, queda invalidado y se deja en manos del PA, que controla el área de Participación Ciudadana, la elaboración de un plan de descentralización de los servicios municipales y el cumplimiento del plan director de centros cívicos.

División socialista

Aquella división en el voto entre los socios de gobierno en el Ayuntamiento de Sevilla puso de manifiesto una profunda separación tanto entre PSOE y PA, ya conocida y que venía arrastrándose desde los sucesos del Bazar España, como entre los socialistas.

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La iniciativa de votar junto a los populares en el pleno de marzo partió del portavoz adjunto del grupo socialista, y vicesecretario de la ejecutiva provincial, Carmelo Gómez. Gómez pretendía dar un toque de atención a sus socios en el gobierno municipal.

La decisión de romper la unidad de voto fue tomada por sorpresa incluso para algunos de los miembros del grupo socialista. Tras unas declaraciones de Gómez, en las que justificaba la moción votada como 'un cambio de estrategia impuesto en el grupo socialista desde la ejecutiva provincial', el portavoz municipal, Emilio Carrillo, perteneciente a un sector minoritario en el partido, amenazó con marcharse si no recibía explicaciones suficientes.

Carrillo aseguró que ésa no era manera de mantener un gobierno de coalición, que aquella decisión suponía dar un balón de oxígeno al PP, en la oposición tras las últimas elecciones muncipales, y que ni él ni el alcalde compartían esa actitud.

La crisis interna en el PSOE fue cerrada tras una tensa noche de reuniones en la que el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín tuvo que respaldar a Carrillo como portavoz ante las intenciones de parte de la ejecutiva provincial de destituirlo.

Después, la solución de la brecha abierta entre socialistas y andalucistas ha tardado semanas y finalmente ha llegado tras varias reuniones entre los secretarios provinciales, tras la negativa expresa de la portavoz andalucista a verse personalmente con el alcalde.

El portavoz del PP, Jaime Raynaud, afirmó ayer que el PSOE 'se pliega como un manso cordero' al PA para superar la crisis y calificó como 'lamentable' lo ocurrido. El portavoz municipal de IU, Luis Pizarro, dijo que el PSOE 'ha perdido por absoluta goleada y agachando la cabeza' en la solución de la crisis porque el acuerdo aprobado incluye 'una cláusula de humillación' para los socialistas, al tener que renunciar estos a sus aspiraciones sobre el motivo de discordia, el destino del Hogar de San Fernando y la creación de dos nuevos distritos. 'Esta salida para la crisis es una humillación para la izquierda de la ciudad', dijo.

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